lunes, 6 de febrero de 2012

Capítulo 1

                                                                           ES EL DÍA

Hoy es el día de empezar de nuevo. Genial. Aquí no tengo amigos ni conozco a nadie (bueno, está mi madre y Mauri) pero hay que empezar todo esto de una vez.
-Vamos Vero, cuanto antes empieces, antes acabarás- me digo a mi misma para intentar cogerlo todo con ganas.
Pero es imposible coger con ganas algo así. Cada vez que pienso en ponerme de pie delante de todo el mundo me pongo mala. Y eso que a mí no me importa llamar la atención por algo así pero… es difícil. Nunca antes había tenido que conocer a gente tan nueva. Amigos de amigos no cuentan como tener que empezar en un instituto nuevo sin nadie. Yo, yo sola ante el peligro.
Si no quiero volverme loca, tendré que ir escribiendo aquí, en este Word titulado “Bienvenida a Madrid”; estaría bien que alguien me lo dijese…
-Vero, baja a desayunar-dice Mauri, el novio de mi madre desde el piso de abajo.
Mauri no es mal tipo. Todo lo contrario me gusta para mi madre. Pero es un poco difícil que te guste una persona que vive a 7 horas de casa. Y como él tenía aquí trabajo, casa y mamá tan lejos de él no era feliz… cosas de la vida ¿no?
En ese momento mi madre entra en la habitación.
-Cariño, sé que no tienes ganas de ir al instituto nuevo y, si esto no funciona, siempre podemos volver a casa y que Mauri se venga…
-No mamá va a salir bien, no te preocupes… he estado pensando si  podría cambiar el color de la habitación a un verde pistacho más alegre, este color me deprime-dije mirando para el gris fangoso tan feo de la habitación- con un par de rallas de otros tonos de verde quedaría perfecta.
-Sí, creo que eso estaría bien. Pregúntale a Mauri.
-Ok. Gracias mamá.
-Gracias a ti por intentar que esto salga bien.
-Vero, si te das prisa te puedo llevar yo al instituto-dijo Mauri desde abajo.
-Voy- respondí levantándome de un salto de la cama y corriendo a poner  las manos en el gran armario que tenía a la derecha de la cama.
Cuando me di cuenta mi madre ya se había ido.
Escogí unos vaqueros azules claro y una camiseta de manga larga rosa y me puse una chaqueta de punto negra.
Calcé un par de  tenis blancos de tela porque, a pesar de que hacía frío no llovía.
Me pase el cepillo por mi pelo castaño liso, no me complique mucho en peinarme, hice la ralla al lado.
Bajé las escaleras apresuradamente y me preparé el desayuno.
-Veo que tienes hambre-bromeó Mauri viendo la rapidez con la que abrí la nevera para coger la leche.
-Pues sí, aún no sé como sobreviví a la cena de ayer…-dije recordando su  intento de preparar la cena- ¿Puedo pintar mi habitación de un color más alegre?
-Claro, es tu habitación-dijo él.
-¿Qué debería llevar al instituto hoy?-pregunte un poco avergonzada por no haberme dado cuenta antes de algo tan normal.
-Los libros te los voy a comprar esta tarde. Lleva  el estuche y unos cuadernos-dijo mi madre.
-Vale, ¿ya te vas ahora?-le pregunté a Mauri.
-Sí, ¿estás lista?
-Un momento y estoy… –dije tan rápido que se me atropellaban las palabras, subí las escaleras. Cogí mis cosas y las metí en una mochila de bandolera rosa claro. A continuación fui al baño y me lave los dientes. Volví a bajar las escaleras muy rápido.
-Chao mamá.
-Chao Vero. Suerte.
Abrí la puerta principal de mi nueva casa.

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