viernes, 28 de junio de 2013

Capítulo 34.

LOCURA

- ¿Asustada?
- No sabes cuanto...
Mis ojos no se pueden creer lo que ven, es horrible todo. Solo pensar en que en unos minutos estaría ahí...
- Vamos, no es para tanto; una vez se pierde el miedo.
- Lo difícil es perderlo.
- Hay cosas que es mejor no tener. 
En eso si estoy de acuerdo, pero, siempre había sido una ventaja eso de tener miedo, en mi opinión, te ayuda a distinguir lo bueno de lo malo. No me atreví a decirlo en voz alta, se reiría de mi.
Suspiré, lo agarré de la mano y lo miré a los ojos.
- Si yo hago esto, tu me debes una.
- Todas las que quieras.
Un beso más. Seguía sorprendiéndome. 
Recordé la conversación con mi hermano, esa era la sensación que intentaba describir. 
- ¿Vamos?
- Vamos. 
- ¿En cual quieres ir primero?
- Mmmm.... en la roja, parece pequeña.
- ¿PEQUEÑA? MIDE AL MENOS 40 METROS.
- Relájate Vero, una vez allí parece menos. 
- Vale, pero no digas que es pequeña porque no lo es. 
- De acuerdo, es la más grande de todo el parque. De todos los parques del mundo.
- Idiota.
Estuvimos media hora en la cola y, cuando por fin se acerca el momento; Dani se gira.
- Eres asombrosa, pase lo que pase entre nosotros nunca te voy a olvidar, porque eres la primera chica que me hace sentir así y que no me deja dormir por las noches. Te odio por ello si soy sincero. No sé que me has hecho, yo antes no era así, no me tomaba nada en serio, nada, y aquí me tienes, apunto de subirme en una montaña rusa, algo que, nunca había pensado. Me he levantado temprano, he comprado flores, las entradas, te he ido a despertar y aquí estamos. Aún no me lo creo. Mudarte es lo mejor que podías haber hecho, me has cambiado por completo. No sé si darte las gracias o matarte. Pero optaré por lo primero.- se pone de pie en una de las barras que separaban las filas- CHICOS, ATENDEDME. QUIERO QUE SEPAIS QUE ESTOY SALIENDO CON LA CHICA MÁS MARAVILLOSA DEL UNIVERSO Y QUE ESTOY COMPLETAMENTE ENAMORADO DE ELLA. ES SU CUMPLEAÑOS Y EL PRIMERO QUE PASAMOS JUNTOS, PERO ESPERO QUE PASEMOS TODOS LOS RESTANTES. VERÓNICA, TE QUIERO.- se baja y me besa.
Nunca me había dicho que me quería, nunca.
En este momento estoy en mi nube, y no puedo escuchar los silbidos y los aplausos de la gente. Me da igual lo que piensen, lo que digan o lo que hagan.
Le tengo a él; me basta y me sobra. 

Capítulo 33.

LLEGADA

Después de bajar a desayunar y aguantar las felicitaciones de mi madre y Mauri (con todos sus "oh, que mayor" y "hija, estás preciosa esta mañana") salgo de casa para ir con Dani al parque de atracciones, aunque no estoy muy segura.
El me está esperando ya. 
- No traes buena cara.- dice mientras me besa la mejilla.
- Para tenerla... tu no has estado ahí dentro.
- ¿Qué ha pasado?
- Nada importante, solo que me han dejado muy claro que he crecido demasiado. Creo que mi madre estaba llorando o algo...
- Eres su única hija, es normal.
- Sí, quizás sea así, cuando Aarón cumplió los 16 mi padre se lo llevó a un partido del Depor, según él, fue el único día en el que sintió que le importaba...- Me costaba hablar de papá, siempre me había costado. 
- Bueno, nosotros nos tenemos que ir o perderemos el bus.
Caminamos unos quince minutos hasta llegar a la parada. Al llegar allí me di cuenta de que Dani llevaba una mochila en la espalda. Me sentí tonta por no percatarme antes.
- ¿Y esa mochila?
- Hay atracciones de agua. Dentro llevo ropa de recambio para los dos y una toalla.
- Vaya, muy listo. 
- Siempre. 
... Y beso. No estaba acostumbrada a esas muestras de cariño públicas: me sorprendían, ya que él no era de esos a los que les gusta ir fardando por ahí. Pero una de vez en cuando, no venía mal; nada mal.
Llegó el autobús y nos subimos. Nos sentamos en la segunda fila de la derecha, en la radio sonaba "Fix you" de Coldplay. 
No sé porque, esa canción me recuerda a las redes sociales; que por cierto, las tenía muy abandonadas...  
Ya casi no usaba el correo, solo para hablar con mi padre (una o dos veces al mes), Tuenti para hablar o saber algo de gente con la que no me llevaba demasiado, y Twitter era lo que más usaba, pero solo para comunicarme con compañeros de clase. Desde que tenía WhatsApp ni entraba en el ordenador a nada...
- Ya hemos llegado.
Miro por la ventanilla y veo un montón de montañas rusas, altas, casi tocaban las nubes.
Ese iba a ser un día complicado. 

jueves, 27 de junio de 2013

Capítulo 32.

¿QUÉ SE SIENTE?

Pasan los minutos y no tengo ganas de seguir llorando en mi habitación el día de mi cumpleaños, y sé que, antes o después me tendré que afrontar a lo que hay fuera.
Me limpio la cara y apago la música, Ed no me va a deprimir más. Prefiero algo más animado; para eso no hay nada mejor que Imagine Dragons, "Underdog". Pongo la canción, miro a mi a mi alrededor y tarareo la letra tal y como había hecho esa misma mañana.

"Hey! That sends my mind up 
I get the short end of it 
Oh I love to be, I love to be the underdog 
Hey! That sends my mind up 
I get the short end of it 
Oh I love to be, I love to be the underdog 
Hey! 
The underdog 
Hey! 
I’m the underdog 
Hey! "

Llaman a la puerta.
- Vero, soy yo.- es la voz de Aarón. Habrá escuchado la música.
- Perdona, si te molesta bajo ahora el volumen...
- No, no me molesta en absoluto...- Se queda callado sin más y mira las flores.
- Antes de que preguntes, es cosa de Dani.
- Ah, Dani...
- Sí.
La canción termina y comienza "Never say never" de The Fray.
- Quiero que sepas que estoy orgulloso de lo que te has llegado a convertir, ya eres toda una mujercita. Has conseguido empezar de cero, cuando no es fácil y me alegro de que todo te valla tan bien. Aún me acuerdo de cuando me preguntaste cómo era cuando sabías que querías a alguien - sonríe- En aquel momento no te contesté, y aún ahora no sé que decirte y te pregunto yo a ti; ¿cómo sabes cuando quieres a alguien?
Me quedo sorprendida, no me esperaba ese discursito, y menos en este momento.
- Pues... supongo que... - tengo la cabeza llena de ideas y pensamientos sobre lo que se siente, pero no quiero afirmarlo, ya que será mucho más complicado para mi después, pero, ahora no quiero callarlo.- Sabes que quieres a alguien cuando su sola presencia te duele hasta el punto de que si no estás a su lado todo se desmorona, tu mundo se viene abajo y parece que comienzas a caer en un precipicio que no tiene fin y crees que vas a estar así para siempre, sufriendo; hasta que, la otra persona te mira y te sonríe, entonces te das cuenta de que, pase lo que pase, haber estado en la cima y haber escalado todas esas montañas ha merecido la pena solo por ver esos ojos relucir de felicidad. En ese segundo, lo ves todo sin ver nada, lo ves a él, solo a él, para a ti te llega; porque sabes que nunca nadie te puede quitar ese sentimiento tan bonito, que hace que todo sea posible.
Ambos nos quedamos callados unos segundos, mirándonos.
- Dile a ese chico que te cuide bien, no sabe la joya que tiene.
Abre la puerta y se va. Para mi aún es complicado asumir todo lo que he dicho, mis dudas al descubierto, no  hay que mentir más, no hay que esconderlo.
-Le quiero.- susurro.

Ya está, ya lo he dicho.




miércoles, 26 de junio de 2013

Capítulo 31.

ALTURAS

Vuelvo de mi ducha mañanera, quince minutos bajo el agua tibia dan mucho que pensar, y el buen humor que tenía, se ha esfumado por completo.
Mientras el agua caía sobre mí, pude ver como una de las mejores personas que había conocido hasta la fecha se marchaba, y eso, aún después de tantos años, no era fácil de recordar y mucho menos, fácil de olvidar.
Camino hacia la habitación, pero tengo que detenerme delante de la puerta un par de segundos para convencerme a mi misma de que tengo que ser feliz, ¡cumplo 16! Eso es para celebrar.
Abro la puerta convencida y, para mi sorpresa, todo está cubierto de flores de todos los colores y olores; suena Ed Sheeran, una canción que no conozco, pero su voz es inconfundible.
- Sé que ahora no podrás decir nada porque estás asombrada, y, antes de que te pongas como una loca a gritar y a decirme que estoy para encerrar en un psiquiatra; quiero enseñarte esto...
La voz de Dani sonaba cercana, pero, en ese momento no veía nada, solo sombras borrosas, y es que cuando me doy cuenta, tengo los ojos empapados en lágrimas. Me las limpio rápidamente, esperando que mi novio no se haya dado cuenta.
Miro a mi alrededor, está a la izquierda, camino de forma distraída hacia el, que sostiene dos papeles en la mano, parecen entradas.
-¿Qué son?- pregunto.
- Son dos entradas para un parque de atracciones. Tu hermano me ha dicho que de pequeña tenías miedo a las alturas, y hoy, lo vas a superar.
- ¿Qué? ¿Cómo? ¿Estás de broma? ¡TENGO PÁNICO A LAS ATRACCIONES!
Casi no puedo ni respirar del susto.
- Sí, hoy vas a venir conmigo. Y te voy a demostrar que eres capaz de muchas cosas y que si logras superar ese miedo, puedes con todo lo que se te ponga por delante. Ahora vas a bajar a desayunar, y te tomas tu tiempo, a las 12 te espero abajo, ¿vale?
Sin darme tiempo a responder, me besa en la mejilla y sale por la ventana.
Ahora si que no puedo contenerme y, gracias a la dulce voz de Ed, no se me escucha llorar fuera de mi habitación.