sábado, 26 de mayo de 2012

Capítulo 16.

  INSTINTO.

Aaron y yo nos fuimos a dar un pequeño paseo. El paisaje era precioso.
- Y bien, ¿qué me tienes que contar?- dijo al cabo de un rato.
- ¿Yo? Nada, que me va todo muy bien por aquí...
- Eso ya lo veo; pero, ¿qué tal todo por aquí?- mientras dijo eso, me golpeó la sien con un dedo.
- Por aquí arriba deben andar de mudanzas... últimamente, no encuentro nada...
- Valla... has hablado con Fran...- no era una pregunta.
- Sí, bueno, más o menos, es raro... mucho, no quiero perderle, pero tampoco quiero que se piense que todo lo que me ha hecho no me importa.
- Te entiendo; pero creo que deberías darte cuenta de que en Madrid, tienes a otra persona que, por lo que he visto, te quiere; fíjate en sus ojos cuando te mira... es diferente a cualquier otra mirada que te halla soltado chico alguno... él te quiere; tenlo en cuenta.
- Lo sé, Dani es fantástico, pero Fran al principio también lo era... luego cambió y todo se hizo diferente.
- Dale una oportunidad.
- Lo intento, pero quiero a Fran. Un día me levanto pensando que quiero estar con Dani, y luego me acuerdo de todos los momentos con Fran y no puedo.
- Es difícil, pero no desperdicies esto- dijo mientras señalaba la gran inmensidad que era Madrid.- Haz una cosa, ¿vale? Yo hablo con Fran.
-No, tú no vas a hablar con él; te conozco, te enfadarás...- a Aaron no le caía demasiado bien Fran.
- Sí, voy a hablar con el.
- No, yo voy a Galicia el viernes y vuelvo el domingo; quiero recoger algunas cosas y arreglar otras.
- Voy contigo.
- No.
- Vero, voy a ir igual, te pongas como te pongas. Ese chico tiene que darse cuenta de que tu ya estás allí, si es tonto, no es tu problema.
-No es no.
- Y mi si es si. Ese no vale la pena. Sé que tienes que tomar tú esa decisión, pero, si te digo la verdad, en este caso, no voy a permitir que ese vuelva a hacerte daño, ya lo has pasado mal una vez, no va haber segunda.- era una de las veces en las que, ese hermano alocado, tonto e irresponsable sacaba ese instinto protector con su hermanita.
- Gracias- dije mientras me abrazaba a él.
- No hay que darlas. Sabes que te voy a ayudar igual.
 Me separé de él y volvía a contemplar el inmenso Madrid que tenía ante mis ojos. Esta vez, estoy aquí y no pienso marcharme, pensé.

viernes, 25 de mayo de 2012

Capítulo 15.

UNA VISITA ESPECIAL.

Estuvimos que aquel hermoso lugar durante varias horas hasta que Dani recibió un mensaje al móvil, y decidió que era el momento de darme otra sorpresa.
- Vero, tengo otra sorpresa para ti...- dijo mirando al suelo, una mirada que me asustó.
- ¿Qué has hecho?- dije completamente alarmada.
-Yo... nada, solo quería darte una sorpresa...
- Sorpresa...- dijo una voz que yo conocía tan bien proveniente de mis espaldas.
- ¡Aaron!- dije corriendo hacia mi hermano.
- Hola hermanita.
- ¿Pero, qué haces aquí? ¿Y Paola?
- Paola está en casa de Mauri, he ido antes por allí; y creo que lo que hago aquí es bastante obvio...
-No me lo puedo creer, estáis locos...
-Vamos, no disimules... te ha encantado.- dijo Aaron.
- Sí, me gusta la sorpresa pero...
- ¿Pero qué? No podemos disfrutar de un día juntos, ¿o qué?- mi hermano puso cara de enfado- Madrid te ha convertido en una aburrida...
- No le eches la culpa a Madrid, es ella, que le afecta la contaminación...
 Los tres nos empezamos a reír, era genial tener a mi hermano y a Dani juntos; sabía que se llevarían bien, eran iguales en todo. Quizás por eso me gustase Dani, porque yo como hermana de Aaron le doy consejos para que sea mejor, y en cierto modo, si se parecen tanto, es como si hubiese creado el chico perfecto en Dani, solo que esta vez, otro lo había creado para mi.
- Yo mejor os dejo solos, ¿vale? Conmigo ya estarás otro día.- dijo Dani. A continuación, me dio un beso en la mejilla, una palmada en la espalda a Aaron y se fue.
- Valla, me gusta este chico; parece simpático- dijo Aaron.
- Lo es...
- Te gusta, y mucho. Veo la forma en la que lo miras.
- Sí, me gusta mucho.
- Bueno hermanita, tenemos mucho de que hablar y ningún tiempo que perder.
 Y ahí comenzó lo que se dice, una de las mejores tardes con mi hermano.

domingo, 20 de mayo de 2012

Capítulo 14.


EL MANTEL A CUADROS.

Bajé a desayunar y luego subí las escaleras rápidamente para coger la mochila y volví a bajar con la misma rapidez. Durante todo el desayuno estuve pensando en la sopresa que me tenía preparada Dani.
Cuando bajé por segunda vez con la mochila sobre un hombro, Mauri me preguntó si no quería que me llevase al instituto, yo le dije que iría con Dani, el vecino. A mi madre le gustó mucho la idea.
Salí de casa. Dani me estaba esperando en la esquina, en cuanto me acerqué, dijo:
-¿Preparada?- dijo tendiéndome su mano.
- Preparadísima.- dije mientas la agarraba.
- Pues, vamos allá. Primero tenemos que ir a la tienda de Facu, a dejar las mochilas y a recoger unas cosas...
- ¿A recoger qué?
- Ya lo verás...
- Vamos, ¿¡no me vas a decir ni eso!?
- No.- dijo mientras sonreía.
 Durante el resto del trayecto a la tienda, no hablamos mucho, de vez en cuando, me miraba y me sonría, yo hacía lo mismo. Fuimos todo el tiempo agarrados de la mano.
Entramos en la tienda y dejamos las mochilas. Dani entró a dentro de la cocina y se puso a conversar con Facu; después de unos minutos salió con una pequeña mochila a la espalda.
- No me preguntes, no te diré nada.- me dio un beso en la mejilla y continuamos el trayecto.
Estuvimos caminando unos diez o quince minutos; el paisaje era precioso, y desde los ángulos de donde se proyectaba la luz de el Sol, aún más.
- Y bien, aquí estamos.- dijo después de haber subido una pequeña colina.
Desde aquel lugar, se veía todo Madrid.
- Oh, Dani, es precioso. El lugar más bonito en el que he estado en toda mi vida...
- Lo sé... es mi lugar favorito; deberías verlo por las noches, se ve todo Madrid iluminado; eso si es bonito...
Me quedé unos minutos admirando tal paraje; nada se comparaba a aquello. Mientras tanto, Dani puso un mantel en el suelo, y comenzó a sacar los contenidos de la mochila.
- ¿En serio? ¿Un picnic?- dije al verlo todo montado.
- Más o menos; ¿no decías que te gustaban los chicos chapados a la antigua? No hay nada más romántico ni  más antiguo que un picnic... Facu me ha dejado todas las cosas: el famoso mantel a cuadros, las copas, con cerveza, claro, no pretendo emborracharte; buena música, y, como no, helado de chocolate.
- Ah ya veo; has recurrido al helado de chocolate... muy típico...
- Perdona, pero es antiguo, ¿vale?- puso esa cara de niño pequeño que tanto me gustaba.
- Ay, mira que penita, que el nené se me ha enfadado; venga, no llores, no es para tanto; disculpa si te he ofendido...- mientras tanto, me acercaba a él y le di un beso.
- Bueno, te perdono; pero que no vuelva a pasar; si no, prometo no volver a entrar por tu ventana, no molestarte por las noches, no hacerte más picnics románticos con sorpresas....
- ¡Oh no! No podría vivir sin eso...
 Ambos comenzamos a reírnos en ese momento.
Nos sentamos sobre el mantel y Dani puso una canción "Turnig tables" de Adele. Ninguno de los dos sabíamos en aquel entonces que, ese repertorio de Adele sería tan importante para nosotros.

sábado, 19 de mayo de 2012

Capítulo 13.


UNA SORPRESA

Esa noche dormí muy bien; sentía que había hecho lo que debía. Cada vez lo tenía más claro, a sabiendas de que podía ser una tontería todo lo que pensaba, todo lo que hacía en ese momento, ¿pero qué importa? Estoy comenzando en un lugar nuevo, pues aquí hay una nueva Vero que actúa sin pensar. Me levanté de la cama sin pensar, abrí la ventana y vi que la de Dani estaba abierta, tal y como le había dicho la noche anterior. Salté a través de ella y entré en la habitación de Dani.
Lo miré, continuaba durmiendo. Era tan guapo y tan perfecto, incluso cuando dormía. En ese momento, sentí esa cosa que cuentan en las películas de amor, la sensación de no querer que nada cambie, de querer quedarte así para siempre... comencé a acercarme a él. Sin duda, era genial. Me acerqué aún más a él; tenía la idea de despertarlo, pero ahora dudaba, estaba tan bien dormidito... pero la tentación me pudo y empecé a saltar sobre su cama.
- Buenos días, ¿qué hace usted en mis aposentos?- preguntó mientras me daba un beso.
- Estaba muy aburrida en mi alcoba, así que pensé que una visita matutina sería agradable...
- Está en lo cierto, señorita, me alegra tenerla aquí, encima de mi medio desnuda...
- Señor, no estoy medio desnuda, se llama pijama, se utiliza para dormir; ¿y qué me dice de su camiseta? ¿La perdió por la noche en una de sus tantas batallas?- dije dándole un beso en su brazo.
 Los dos nos empezamos a reír. Me pasó la mano por la espalda y me apartó un poco de él para levantarse un poco, luego yo me abracé contra él. Me gustaría saber cómo era la imagen que dábamos en ese momento, vernos, pero estaba demasiado a gusto allí como para moverme.
- ¿Qué te parece si hoy no vamos a clase y damos una vuelta por ahí? Tú y yo, solos...
- Me parece bien, pero tengo que llamar a Lola y decirle que valla ella al instituto hoy sin pasar por casa.
- Vale; a todo esto, me cae bien esa chica.
- Sí, a mi también.
- Igual me estoy enamorando de ella y no me doy cuenta...- dijo con tono de burla.
- ¿Ah si? Yo creo que me pasa lo mismo, pero con el hombre que había en la tienda el otro día, el que nos vendió las pinturas...
Una vez más volvimos a reírnos.
- ¿Y qué vamos a hacer?- pregunté con interés.
- Primero quiero enseñarte un lugar precioso, te va a encantar; pero es una sorpresa...
- Vale; mejor me voy, que tendré que bajar a desayunar, nos vemos luego.
Le di un beso y bajé de la cama; salté de la cama y cerré la mía.
Abrí el gran armario, escogí rápidamente la ropa: unos simples vaqueros y una camiseta verde. Me puse unos tenis negros. Llamé a Lola y le expliqué la situación, se alegró bastante; dirigí una última mirada a la ventana y abrí la puerta de la habitación. Quizás Madrid sea bueno al fin y al cabo.

viernes, 18 de mayo de 2012

Capítulo 12.


VIAJAR SIN MOVERTE DE DONDE ESTÁS.

Nos quedamos un rato mirándonos sin articular palabra. Hasta que al final yo decidí empezar una conversación.
- Al final no me has contado nada sobre ti...
- De acuerdo... ¿qué quieres saber?
- Todo.
- Empecemos por el principio: mi infancia. Desde tiempos muy lejanos siempre fui el típico niño solitario sin amigos. Me gustaba quedarme en casa solo y desdichado...- dijo con aire cómico.
 Me reí, como siempre que estaba con él.
- Venga Dani, en serio...
- Es totalmente serio... ¿no te gusta mi narración?- tenía una cara de cordero degollado que me dio una pena inmensa; pero aún así me reí.
- Venga.. sigue.
- Bueno, no he cambiado desde que era pequeño... o al menos eso me dice siempre mi madre. Dice que soy igual de tonto... mi hermano dice que es porque me caí de la cuna; pero yo creo que intentaron asesinarme para heredar solo ellos la fortuna de mis adinerados padres...- hizo un gesto como de pensar.
 Me abalancé sobre él y le besé. Adoraba a Dani, era una de las mejores personas que había conocido jamás.
- ¿Sabes? Eres el chico perfecto.
- ¿Sabes lo genial que eres?
- No, pero si sé lo afortunada que soy por conocerte.- en ese momento, Dani me apartó de él; me miró directamente a los ojos y me apartó un mechón de pelo que caía por delante de mi cara.
- Sin duda, aquí el único afortunado soy yo. Te cuento mis tonterías, mis idioteces y aún así, dices que soy genial... no te entiendo.
- Nadie me entiende... debo tener algo mal en mi cabeza... nunca a funcionado como es debido.
 Sonreímos y a continuación, nos besamos de nuevo.

Pasaron unos minutos hasta que volvimos a Madrid. Antes no habíamos estado allí, sin saber ni cómo  ni porqué, viajamos al lugar donde solo existíamos nosotros dos.
- Será mejor que me valla a casa. Lola dijo que me llamaría por la noche.
- En tal caso, buenas noches, Vero.- me despidió con un sutil beso.
Después, me levanté del suelo y fui hacia la ventana.
- Hasta mañana.- de pronto, se me ocurrió una idea.- ¿Esta noche podrías dejar la ventana abierta?- dijo sonriendo con malicia.
- Vale... a saber que haces.
- ¿Yo? Nada, si soy muy buena.- salí por la ventana y entré en mi habitación.
Una vez en ella, cerré la ventana y miré a través de ella. No me podía terminar de creer que aquel chico que estaba me había hecho marcharme a aquel lugar tan hermoso al que nunca había ido, ni siquiera con Fran.
Me di la vuelta y me dirigí al ordenador, lo encendí y abrí mi correo. Escogí a uno de los contactos.

" Fran. Lo siento, pero no quiero que te hagas ilusiones con lo que pueda pasar durante el fin de semana, estoy completamente segura de que mi opinión no va a cambiar valla o no valla. Siento no poder decírtelo por teléfono, no creo que sea tan valiente para eso; pero al menos, te lo escribo, creo que eso es más valentía que la tuya.
Un beso.
 Vero"
 Lo envié y, en ese instante sonreí como nunca lo había hecho. Eso que dicen que si se cierra una puerta se abre una ventana nunca lo había visto tan claro, incluso con ironía.

martes, 15 de mayo de 2012

Capítulo 11.

CAMBIEMOS EL CUENTO.

Cuando la película terminó, comenzamos ha hablar: 
- ¿Te ha gustado?- preguntó Dani de pronto.
- Sí, ha estado muy bien... oye, quiero saber más cosas de ti...
- ¡¿Más cosas?! ¡Si sabes incluso más que yo!
- No, eso lo crees tú porque sabes cosas de mi, pero yo no soy como tú; necesito mi tiempo para conocer a una persona, y ahora no lo tengo.
-No será por lo de Fran, ¿no? Espero que no, porque veo que este tema te está afectando demasiado y, sinceramente, me molesta mucho.-mientras decía esto, me miró a los ojos; esta vez hablaba muy en serio.- Mira, te he dicho que si quieres estar con él, por mi genial; porque mientras tú seas feliz, a mi llega; lo que no quiero es que estés como hoy, porque no soporto verte así, quiero verte sonreír como hacías ayer; porque te recuerdo que nos conocimos hace dos días, dos míseros días en los que no sales de mi cabeza, dos míseros días y ya creo que me estoy enamorando de ti... no me lo creo. Esto no es solo difícil para ti, ¿sabes? Hace dos días todo era normal para mi y llegas tú y lo revolucionas todo... ¿Te das cuenta de que te odio? Pero más me odio a mi porque yo soy el que está siempre encima, el que no te saca de la cabeza ni un solo minuto, el que no es capaz de concentrarse en nada porque al lado de esa ventana estás tú. Antes nunca había sentido esto y ahora tengo la sensación de que te puedo perder, ¿cómo crees que me sienta? Pues no muy bien la verdad y ahora yo tengo que hacer de chico bueno, porque es lo mejor para ti; tengo que dejar mis sentimientos de lado para que seas feliz y ya me estoy cansando de ser siempre el bueno; quiero decirte que no quiero que te vallas con él; quiero que te quedes conmigo, porque los dos sabemos que es lo mejor y que ese imbécil ya te dejó escapar cuando tenía su oportunidad y ahora se acabó su turno; ahora me toca a mi disfrutar de ti, él tuvo su oportunidad y la desperdició, lo siento por él; siento que haya sido tan estúpido como para dejarte escapar, y ahora yo no pienso hacer lo mismo. Y ahora yo tendré que callarme esto, porque como ya he dicho antes, me toca ser el bueno y ser el bueno, significa ser el que pierde; y yo, no te quiero perder. Dicho esto, lo siento, siento agobiarte de esta forma; intenta olvidar todo lo que dije no son más que tonterías, estupidece...
No lo dejé terminar de hablar, le besé; no lo podía aguantar más. Ahora lo tenía claro: era él. Sí, en todo lo que decía Fran había una parte de razón; pero quería a Dani y no iba a dejar que Fran, una vez más, se saliese con la suya como había hecho siempre... 
Cuando terminó el beso, Dani volvió ha hablar.
- ¿Qué? Cada día te entiendo menos...- dijo riendo.
- Ya, yo tampoco me entiendo, ¿qué se le va hacer?- me acurruqué a su lado y se susurré al oído- Lo único que entiendo es que te quiero; y, por una vez, tu vas a ser el bueno, pero vamos a cambiar el cuento, ¿vale?; en este cuento, los buenos ganan. 


viernes, 11 de mayo de 2012

Capítulo 10.

UNA NOCHE ESPECIAL.
A los diez minutos bajé a cenar a la cocina. Mamá estaba sentada con Mauri en el sofá viendo la tele; parecían cómodos y no quise interrumpir; me limité a coger un yogur de fresa de la nevera, una cuchara del cajón y me senté en un taburete para comer. Acabé rápido por la cuenta que me tenía, quería ver a Dani; tenía ganas de hablar con él a para contarle lo de Fran... Ese era otro tema, Fran; no quería hablar con él otra vez porque me hacía daño, pero no se podían dejar las cosas así, en eso él tenía toda la razón.
Cuando me di cuenta, ya me había terminado el yogur; tiré el envase en la basura y la cuchara en el fregadero y subí las escaleras rápidamente. Llegué a mi habitación, cerré la puerta y miré tras la ventana. Dani estaba encima de la cama con un libro. Abrí la ventana de par en par y tiré una piedrecita que había en el alfeizar y la tiré contra el cristal; Dani se levantó y abrió la ventana, inclinándose hacia atrás a continuación para dejarme paso al interior de la habitación. Salté y entré. Dani me recibió con un enorme abrazo. Al cabo de un rato, me senté en su cama.
- ¿Qué pasa?- preguntó alarmado.
- ¿Qué? No pasa nada...- le contesté dubitativa.
- Vamos, te conozco mejor de lo que crees; no miras a nada fijamente, te pasa algo. -mientras decía esto, se sentaba a mi lado.
- Bueno... si que pasa algo; este fin de semana voy a ir a Galicia para hablar con Fran...
- ¿Y estás así por eso? Si crees que me molesta, te equivocas, me gusta la competencia...- dijo con su habitual tono de burla.
-Ya, pero igual a mi si que me molesta...
-¿Por qué?
- Porque luego lo voy a pasar mal...
- No puedes estar mal porque crees que lo estarás, ¿acaso no lo estás ahora? Tienes que solucionar muchas cosas con él, además, yo en dos días seguro que  he conseguido más que él en toda su vida contigo...
 Sonreí ante esa broma.
Apoyé mi cabeza sobre su hombro y él me dio un beso en el pelo.
- Tranquila, ¿vale? No va a ser nada; seguro que te entiende...
- Ojalá...
Pasamos así unos minutos cuando de pronto Dani dijo:
- Venga, ¿qué peli quieres ver? Romántica no.
- Mmmm... ¿qué tal "America Pie"?
- Sí, me parece perfecta.
Buscamos la película en el ordenador y la vimos; duró dos horas. Durante la película, nos reímos, y, durante unos minutos dejé de pensar en lo que pasaría en tan solo unos días; porque ese era el efecto que tenía Dani en mi, el de hacerme olvidar el resto del mundo y creer que solo existe él y yo.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Capítulo 9.


ENTRE NEUTRONES, PROTONES, ELECTRONES E IDEAS.

 Y, pronto se pasaron las horas y ya iban a dar las siete. Decidí irme a casa pronto porque tenía que ponerme al día con las asignaturas; muchas de las cosas que estaban dando a mi ni me sonaban.
- Dani, me tengo  que ir... tengo que empezar a estudiar algo...- dije liberándome de sus brazos.
- ¿Estudiar? Te ayudo yo...-dijo con una amable sonrisa.
- No, que contigo no me concentro...- él soltó una risotada y yo me levanté de la cama.
- ¿Qué, te pongo nerviosa?- preguntó en tono jocoso.
- La pregunta es, ¿te pongo nervioso yo a ti?- me tiré encima de él y, durante una fracción de segundo nuestros labios se juntaron.
- Sí, me pones nervioso, y no tengo ningún problema en admitirlo.- dijo mirándome directamente a los ojos.
- Pues yo, debe de ser un defecto de fábrica, no tengo esa facilidad de admitir las cosas. - esta vez, me levanté y salí por la ventana.
Dani miró por la ventana.
- ¿Vuelves por la noche o voy yo?- preguntó con esa hermosa sonrisa.
- Da igual... ¿vemos una peli?
- Por mi genial; vente tú, que no creo que mi madre me diga nada; estoy ayudando a la nueva y solitaria vecina, hasta igual me sube la paga...- dijo con tono de mofa.
 -Si te sube la paga, quiero comisiones. Hasta después.
Cerré la ventana sin esperar una posible respuesta y me dirigí hacia mi mesa de escritorio. Decidí empezar por lo más complicado, Física y Química sin duda.
Cogí el móvil y puse una canción de Ed Sheeran "Lego House".Abrí el libro por la página en la que iban en clase. Electrones, protones y neutrones.. puf. Esto iba a ser difícil; cogí unos folios e hice algún resumen.
Al final, pasadas unas dos horas, lo entendí bastante bien.
De pronto se abrió la puerta y apareció mi madre.
- Vero, cielo, ¿vas a cenar algo?
-Sí bajo ahora.
-¿Estás estudiando ya?- dijo acercándose a mi.
-Sí, empecé con Física que me parece muy complicado...
- Si te resulta muy difícil, te puedo buscar una academia o algo...
-No, déjame intentarlo, si va mal siempre puedo ir, ¿no?- dije con una sonrisa.
- En serio, te agradezco mucho que lo intentes.
- Mamá no sigas, ¿vale? Esto me gusta, es nuevo pero está bien. Ve a cenar, yo voy dentro de un rato, ¿vale?
- De acuerdo, pero no tardes.
- Sí, en menos de cinco minutos voy...
Mi madre salió por la puerta y yo empecé a ordenar todos los papeles y pensé que, igual, hasta merecía la pena estar a kilómetros de casa, porque, en Madrid, no tenía ni la mitad de problemas que allí.
Me tiré encima de la cama y me puse a pensar. Sí, estaba bien, siempre había visto a niñas que llegaban nuevas, pero nunca pensé que me tocaría a mi... pero, por otra parte, mi gran sueño fue siempre comenzar de cero y ahora era el momento.