viernes, 17 de agosto de 2012

Capítulo 28

BRIGHT LIGHTS

El día de instituto terminó y nos fuimos a casa. Me despedí de Dani, ya que esa tarde no lo vería porque se iba a casa de sus abuelos; me vendría bien una tarde solo para mi.
Lo primero que hice después de cocinar y comer pasta; fue irme a mi habitación, encender el portátil y escuchar música de Alex Goot, uno de mis cantantes favoritos.
Siempre que escuchaba a este chico cantar, me ponía de buen humor, transmitía algo que los demás no lo hacían. Lo había descubierto en una de mis búsquedas de los viernes, antes, tenía una pequeña tradición, todos los viernes por la noche buscaba canciones 'cover', cantadas por chicos y chicas que se divertían haciéndolo, había algunos realmente buenos, como Cimorelli, un grupo de varias chicas; pero Alex era sin duda mi predilecto.
Me sumergí en ese mundo mio al que iba siempre que intentaba escapar de algo; era sencillo, solo tenía que cerrar los ojos y ya estaba allí; cuando me encontraba en aquel paraje, parecía como si nada hubiese cambiado, y de hecho, era así, yo era la misma, o casi; había madurado, eso estaba claro, pero, ¿y lo demás? ¿También seguía o se había esfumado por completo? No lo sabía pero prefería no pensar en aquello. Siempre creí que las cosas pasaban por alguna razón y no porque sí, si yo estaba en Madrid era porque tenía que estar allí, fin.
Decidí cambiar de pensamiento, ya que ese no me llevaba a ninguna parte.
Pasados unos minutos llamaron a la puerta.
- ¿Puedo?- era Aarón.
- Si, claro- dije incorporándome.
- Vaya, veo que estás pensando en lo del viernes.
- ¿Qué?
- Si, siempre que tienes que pensar en algo importante escoges a Alex Goot para que te acompañe, además, no estás cantando con la de Bright Lights, cosa que me extraña demasiado...
- Pues no estaba pensando en lo del viernes. Me estaba acordando de que antes de llegar aquí yo no era así.
- ¿Así como?
- Así como soy ahora.
- Yo te veo igual que siempre, algo más madura, pero igual de divertida, guapa y simpática.
En ese momento me di cuenta de que hay cosas que nunca cambian, y una de ellas, es el amor de un hermano.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Capítulo 27.

SOSPECHAS.

Una vez fuera del instituto y presentados todos, decidimos ir al cine al día siguiente, jueves, ya que yo me iba el viernes por la noche a Galicia.
A Lola le había caído muy bien Robert, pero a Jorge, al igual que a Dani, no le terminaba de convencer.       Terminó el recreo y nos fuimos a clase. Ahora tocaba por Física y Matemáticas.
La hora de Física terminó muy rápido, supongo que será porque era una de mis asignaturas preferidas. Mate, fue algo más lento, pero entendí todo lo que explicó el profesor.
Y otra vez recreo; esta vez, quería hablar con Jorge, como una buena amiga de su posible novia.
- Mmm... Jorge, ¿vamos a la cafetería?- pregunté cuando caminábamos hacía el lugar de antes.
Dani me miró extrañado.
- Sí, vamos..- contestó Jorge confuso.
Nos alejamos del resto y, cuando ya no los oíamos, Jorge me cogió del brazo.
- Oye, no quieres ir a la cafetería, ¿me equivoco?- dijo seguro de lo que acababa de decir.
- Exacto. Quiero preguntarte una cosa.
- Claro, lo que quieras.
- Verás, es que no me cuadra que de pronto dejes de lado a tus amigos y te pegues a Lola sin casi conocerla...
- No sé si lo sabes ya, pero, soy adoptado igual que ella; nacimos en el mismo hospital, yo un día antes que ella, nuestras madres eran amigas; y sé dónde está Iria, quiero ayudarla, pero primero necesito que seamos amigos... o bueno, amigos pretendía que fuésemos, no creía que me gustará como me gusta....
-Espera, es demasiada información para mi.... ¿Cómo conoces a Iria?
- Sí, es una buena amiga mía...
- Joder- fue lo único que puede decir.
Ese chico que tenía enfrente era más de lo que se veía a simple vista, mucho más.

sábado, 4 de agosto de 2012

Capítulo 26.

EL NUEVO AMIGO

Llegamos al instituto y las dos primeras horas de Francés y Sociales pasaron rápido dando lugar al principio del recreo.
 Dani y yo fuimos a la cafetería y Lola y Jorge a fuera.
- ¿Qué te parece Jorge?- preguntó Dani de pronto.
- Es muy majo, ¿tú que piensas?
- Sí, lo es. ¿Qué vas a coger?- cuestionó mientras observaba como yo sacaba mi cartera de la mochila.
- Pues... supongo que un zumo y una napolitana o un bocata...
- Te aconsejo el bocata de tortilla, está delicioso.- dijo una voz a mis espaldas, no la reconocía.
Me di la vuelta y allí estaba; era un chico rubio, alto y delgado, con unos ojos azules que te cortan la respiración.
- Creo que no nos conocemos, me llamo Robert. Encantado- repuso con una sonrisa de oreja a oreja al tiempo que me daba dos besos, yo, mientras tanto no pude articular palabra.
- Esto... yo soy Vero. Encantada.- contesté al chico un tanto nerviosa.
- Hola- dijo Dani poniéndome los pies en la tierra.
- Hola- contestó el tal Robert con otra cegadora sonrisa.- Me llamo Robert, soy nuevo y no he tenido más tiempo que el de probar el maravilloso bocadillo de tortilla de esta cafetería.
- Yo soy Dani.- su voz era seca y áspera, incluso un poco borde.
Miré extrañada a Dani, que a su vez pasó su brazo por mi cintura.
- ¿En qué curso vais? - repuso Robert queriendo volver al tema inicial de la conversación.
- En 3ºB, los dos... ¿tú?
- En 4 no sé todavía el grupo.
- Chicos, ¿qué queríais?- dijo la chica desde el otro lado del mostrador.
- Una coca-cola, una napolitana, una bolsa de gusanitos, un zumo de piña y una napolitana- dijo Dani con una sonrisa.
- Valla, ¿todo eso para ti?- comentó Robert con una sonrisilla irónica.
Me reí.
- No, están nuestros amigos fuera... si vienes te los presentamos.
- Perfecto, ahora necesito conocer gente... no creo que un bocata de tortilla de ayude demasiado...
- De momento un bocata de tortilla te ha hecho tener ya a dos amigos, ¿no?- repuse con una sonrisa.
 Él también sonrió.
 Dani cogió las cosas y nos fuimos a la parte exterior del instituto ante la mirada atenta de alguna que otra chica que miraban de arriba abajo a nuestro acompañante.
Su reacción no era de extrañar, era un chico realmente guapo; lo que no sabíamos era que todo el mundo tiene defectos.

sábado, 28 de julio de 2012

Capítulo 25.

LA LIMUSINA

La noche de chicas llegó a su fin tras terminar otros cuantos episodios de nuestras series preferidas.
- Buenos días.- dijo una voz dulce y cariñosa que yo reconocía entre mil.
- Buenos días.- respondí al joven que estaba a mi lado jugando con un mechón de mi pelo.- ¿Y Lola?
- Se está duchando... Tenemos un rato para nosotros.
Me puse de lado para mirarle a la cara.
- ¿Qué tal tu noche de chicas?
- Genial.
- Me alegro de que te lo pasaras bien...
- ¿Tienes algo que contarme?- su mirada lo delataba.
- Ayer por la noche vino a mi casa Jorge.
- ¿Jorge? ¿Y qué te dijo?
- Es muy largo.
 En ese momento entró Lola por la puerta.
- ¡Lo siento muchos chicos! No quiero molestar, ya me voy...- dijo preocupada.
- No tranquila no molestas- dijo Dani con una enorme sonrisa.
- Tú nunca molestas- respondí.
- Además, yo ya me tengo que ir a desayunar, nos vemos luego, os espero abajo dentro de una hora- dijo Dani, a continuación me dio un beso y se marchó.
- Es un chico genial- dijo Lola.
- Si que lo es. ¿Qué tal con Jorge?
- Me llamó antes...
- ¡¿Sí?!
- Sí.
- ¡Cuenta ya!
- Pues nada, que quiere que esta tarde vallamos a no se donde.
- Vas a ir, ¿no?
- Por supuesto.
 Las dos volvimos a reír.
Nos preparamos para ir a desayunar. Mientras Lola hablaba de forma animada con mi madre, yo hacía lo mismo con mi hermano; hasta que llamaron a la puerta. Fui a abrir.
- ¿Vamos?- dijo un chico moreno acompañado de otro que lucía una gran sonrisa.
- Claro, un momento... Lola, la limusina está aquí.
- Limusina... suena bien...- dijo Jorge.
 Nos reímos los tres mientras esperábamos a Lola. Y después cerramos la puerta y salimos a enfrentarnos al viejo mundo, que nosotros veíamos con nuevos ojos, con todas nuestras ganas.

miércoles, 25 de julio de 2012

Capítulo 24.

LA HISTORIA

Comenzamos a ver de nuevo 'Anatomía de Grey'.
-Es que es muy complicado de explicar...
-Creo que lo entenderé.- dije algo preocupada por Lola.
-Allá voy...
 >> Hace 19 años mi madre conoció a mi padre. Según mi hermana, se conocieron en un crucero, ella estaba allí con unas amigas celebrando sus 23, el número preferido por mi madre, y él trabajaba de camarero; mi padre tiró una copa de vino por encima de la falda de ella y así comenzó todo. Se casaron y al año siguiente, nació Iria, eran muy felices; vivían en San Francisco. Y a los tres años, llegué yo; mi madre murió y mi padre se quedó solo con dos hijas pequeñas y una terrible depresión. Una tarde nos dejó con la niñera cuando iba a trabajar y tubo un accidente de coche, en el que murió él y la chica que conducía el otro con el que chocó. Entonces, sin tener más familia nos llevaron al orfanato, adoptaron a mi hermana y a mi seis meses después. Yo era la típica niña rebelde, y siempre me devolvían al centro.
>> Y así durante los 15 años de mi vida. Hasta que ahora me adoptaron.
>> Hace un par de meses, apareció una chica que se parecía muchísimo a mi, y que me dijo que era mi hermana. Yo no me acordaba de ella, pero nos hicimos las pruebas y era cierto: éramos hermanas.
>> Y eso es todo.- dijo Lola apenada.
 Me quedé un par de minutos callada, sopesando toda la información que acababa de escuchar. Me parecía horrible todo lo que le había sucedido a Lola.
- Lo sé... es difícil. Pero no quería contártelo porque no quería que sintieras pena por mi ni pensaras en mi como ' la pobre Lola'.
- No pienso en ti como 'la pobre Lola' pienso en ti como la chica de pelo oscuro rizado que tiene un valor de estar sonriendo pese a todo, que admiro y que yo desearía tener.
Lola comenzó a llorar desconsolada.
- Nunca le había contado esto a nadie- dijo entre sollozos.
- Nunca había conocido a alguien tan valiente y fuerte como tú.
- Gracias.
- ¿Porque?
- Por ser mi única amiga.
Entonces sonó esa frase tan famosa de 'Anatomía de Grey'; "La felicidad no está en las cosas que planeas, si no en las que no ves venir" .
En ese momento me di cuenta de que no solo en Madrid había encontrado el amor, si no que también había encontrado una de las mejores personas que pudieran existir, y esa persona ahora mismo me estaba abrazando con tanta fuerza como le quedaba en toda ella.

martes, 24 de julio de 2012

Capítulo 23.

IRIA

- Te lo cuento si tu me cuentas lo que te pasa a ti- dijo Lola de sopetón en mitad de un capítulo de 'Mujeres Desesperadas'
- ¡¿Qué?! Si a mi no me pasa nada...- exclamé sorprendida.
- ¿Cómo que no? De pronto te quedas mirando hacia ninguna parte sin decir nada, en sabe Dios que mundo tuyo...
- No hago eso.
- Pues Dani también lo cree.
- ¿Desde cuando habláis Dani y tu de mi a mis espaldas?
- Relájate, ¿vale?
En ese momento me dio esa risa tonta que te da en algunos momentos.
- Lola, dime que te pasa; yo no pienso decirte nada porque no me pasa absolutamente nada.
- Vale, ya me lo contarás cuando quieras.
- ¿En serio?- dije riendo.
- Claro, es tu problema y una buena decisión sería contárselo a tu mejor amiga de Madrid y no callártelo para que te haga más daño ... pero como quieras, es tu problema...
- Eres...
- ¡Que ya sé que soy guapa!
Comenzamos las dos a reírnos.
Después de unos minutos, me di por vencida.
- A ver, no me pasa nada, es solo que algunas veces echo tantísimo de menos Galicia...
- Es normal.
-Vale, ya te lo dije, ahora cuéntame lo que te pasa a ti.
- Es que... mi hermana vive aquí.
- ¿Cómo?
- Si, tengo una hermana, se llama Iria, es tres años mayor que nosotras; y como ya es mayor de edad, podría irme a vivir con ella, como si me adoptara, pero no quiero hacerle eso a mis padres adoptivos. Han sido muy buenos conmigo y me parece horrible hacerles algo así...
- Valla... no sé que decir.
- Lo sé...
- A ver, por partes; ¿porque quieres irte con tu hermana?
- Porque es mi hermana y ella está buscando a mi madre... en el hospital pone que murió en mi parto, pero yo no me lo creo.
- Me tienes que contar la historia desde el principio, si no, no te entiendo.
- Es... complicado.

viernes, 20 de julio de 2012

Capítulo 22

NOCHE DE CHICAS.

Pasados unos cuantos besos, era la hora en la que había quedado con Lola y Dani se marchó por la ventana.
Llegó mi amiga dispuesta para una noche de chicas, traía una bolsa de viaje colgada de su hombro con su pijama y la ropa para el día siguiente y una bolsa de la compra en la otra mano libre, más tarde comprobé que en ella había gominolas, helado de chocolate y vainilla, bebidas y todo tipo de paquetes de patatas fritas.
- Valla, ¿qué has traído? Parece que vamos a estar meses aquí...- dije al ver el contenido.
- Se me ha ocurrido que podemos hacer maratón de 'Mujeres Desesperadas' y de 'Anatomía de Grey'... ah y  'New Girl' no puede faltar...
- ¡Si! Es una idea genial.. y mientras nos atiborramos con todo esto...
- Por supuesto...
Comenzamos a reírnos las dos.
Estuvimos buscando durante media hora una página para ver esas tres series sin descargar, y al final encontramos una página en inglés, pero con subtítulos.
Empezamos por 'Anatomía de Grey' vimos unos cinco capítulos, los de la temporada en la que llega Lexie, la hermanastra de Meredith y esta no la acepta.
- Creo que Meredith es demasiado dura con Lexie...- dijo Lola.
-Sí, yo creo que también; los hermanos son hermanos y hay que perdonarse.
- Ya, pero hay que comprender a Meredith... Un día, aparece su hermana, hija del padre que la abandonó a ella y a su madre con alzheimer, se las tubo que ver sola, ella sola y ahora cuando menos se lo espera llega ella y espera que su 'querida hermana' le abra las puertas de su casa de par en par...
- Lola, tampoco hay que ser así; hay que saber pedir perdón y perdonar.
-Eso si te piden perdón a ti y te perdonan. No vas a ir tu de perrito faldero siempre perdonando; porque lo único que conseguirás en no tener respeto en ti misma.
- Ya, pero el ego no puede dominar nuestros actos.
- Hay que distinguir entre ego y respeto.
- Lola, ¿me quieres decir ya que te pasa?
- Nada.
- Vale, ya me lo contarás cuando quieras...
- Estas siendo compasiva para que te lo cuente, ¿no?
- Lo aprendí de un amigo mío, y siempre funciona.
- Conmigo no.
- No estoy tan segura.
- Yo si.

lunes, 9 de julio de 2012

Capítulo 21.

LA NOTICIA.

Después de varios minutos charlando con Lola, me di cuenta de que necesitaba hacer lo que hacía antes con mis amigas; sí, necesitaba una noche de chicas. Se lo propuse a mi nueva amiga, y me dijo que le parecía muy bien, y que se lo preguntaría sus padres.
Se fue y, en ese momento apareció por la ventana quien yo sabía.
- Hola. ¿Se puede?- preguntó cuando ya estaba dentro.
- Hola, las personas normales llaman y luego entran.
- Ya, pero yo no soy normal, ¿o no me digas que aún no te habías dado cuenta antes?
- Claro que me había dado cuenta, pero no quería desilusionarte...
- Ya claro...
Mientras me acercaba a la ventana y a el, le di un suave beso en los labios; cosa que a Dani no contentó demasiado, pues volvió a darme otro beso más intenso.
- ¿Qué tal tu tarde?- preguntó mientras me abrazaba.
- Muy bien. Ah, y te aviso, que esta noche voy a tener noche de chicas.
- ¿Noche de chicas?- se preguntó extrañado.
- Sí, con Lola...
- Ah Lola... me cae bien esa chica.
- Sí, y a mi... ¿Y tú qué tal?
- Yo genial, como siempre.
- Pues me alegro mucho.
Nos volvimos a dar un beso más. Y luego otro. Y porque no, otro más.
- Oye, ¿tú conoces a Jorge?
- ¿El skater?
- Sí.
- ¿Porqué lo preguntas?
- Nada, simple curiosidad.
- Ya, curiosidad; pues sí, lo conozco. Es un buen chico.
- Ah.
- Ahora en serio, ¿porque lo dices?
- Es que... verás....
Le conté toda la historia de Lola con ese chico.
- Valla- dijo cuando yo terminé de contarle lo sucedido- Y eso que Lola parecía una mosquita muerta...
- ¡No digas eso! Es muy buena amiga, y aquí lo creas o no, me ayuda mucho...
- Sí, no te digo lo contrario a mi también me parece muy maja y todo eso...
- A sufrido mucho... es adoptada y siempre a ido de centro en centro. Nunca a tenido una vida.
- Eso si que es duro. ¿Sabes qué?
- Dime amor.
- ¿Cómo?
- ¿Qué?
- ¿Cómo me has llamado?
- Amor... valla, esto parece una escena de la película de 'Perdona si te llamo amor'.
- Es que nunca nadie me lo había llamado antes.
- Alguna vez tiene que ser la primera, pero haber, dime.
- Jorge también es adoptado.
- Valla, ¿en serio?
- No, es mentira si te parece.
- Perdón señor Borde.
- Lo siento cielo...
Me obsequió con un nuevo beso.

sábado, 7 de julio de 2012

Capítulo 20.


LOLA Y SUS MIEDOS.

Después de estar algunos minutos más con Dani, le ayudé a recoger y nos fuimos a casa.
Me apetecía descansar un rato después de tantas cosas que habían pasado. Necesitaba dejar de pensar, y para eso lo mejor era leer.
Me despedí de Dani y le dije que lo vería por la noche
Entré en casa y subí directa a mi habitación y cogí mi móvil. Puse música Come on get higher, de Matt Nathanson. Comencé a escuchar esa bonita canción. "So come on, get higher, loosen my lips. Faith and desire at the swing of your hips. Just pull me down hard. And drown me in love". Me sabía la canción de memoria, recordaba la primera vez que la escuché; me la había pasado Maite, mi amiga con la que con compartía mis raros gustos musicales; a pocas personas le gustaban esos cantantes tan extraños, pero a nosotras dos, nos fascinaban. 
Preferí cambiar de canción muy a mi pesar, pero es que algunas veces, prefieres escuchar canciones nuevas, porque todavía no has tenido tiempo de asociarlas a nada. Me decidí por un chico que cantaba en Internet haciendo cover a canciones famosas, era Thousand milles, de Alex Goot, no recordaba el nombre de su cantante real. 
Pero, por desgracia esa canción también me recordaba a alguien especial para mi; mi padre. Algunas veces tienes que dejar de pensar, y concentrarte simplemente en las canciones que estás escuchando.
Sin dejar de tararear la melodía, fui hacia mi escritorio y cogí un libro; uno de Blue Jeans, Cállame con un beso. Ya lo había leído, pero no me importaba en absoluto hacerlo otra vez. 
Me fascinaba el modo que tiene de redactar los hechos de esa forma; sin dejar de ser tan... romántico y tan realista al mismo tiempo. 
Comencé a leer al fin.
Estuve un tiempo concentrada en mi novela, hasta que llamaron a la puerta.
- Hola- dijo Lola de forma tímida.- Te iba a llamar, pero preferí venir; tu madre me dijo que subiera.
- Hola- le respondí mientras de había un hueco para que se viniera a sentar a la cama a mi lado.
- ¿Qué tal la sesión de cine?- dijo con una sonrisa pícara mientras cerraba la puerta.
- ¿¡ Lo sabías!? Serás...
- Guapa, lista... no, perfecta.
Las dos nos empezamos a reír.
- Ha sido.... una de las mejores tardes de mi vida.
- Supongo.
- ¿Y con tu príncipe azul?
- Jorge es maravilloso; creo que me gusta muchísimo.
- Me alegro mucho, ya lo sabes.
- Yo no tanto...
- ¿Cómo? No te entiendo.
- Sí, a ver, por una parte me alegro de poder tenerle, de haberle conocido; pero por otro lado, es complicado, porque, yo no tengo experiencia en esto, y no quiero que me haga daño.
La miré con la cara más tierna que había puesto en toda mi vida. Le di un abrazo y un beso en la mejilla.
- Tranquila, tu ya no estás sola en Madrid.- dije mientras le limpiaba una lágrima vergonzosa que asomaba por su ojo.
- Gracias Vero, creo que no está tan mal este sitio al fin y al cabo.
- Si, yo pienso lo mismo. 
- Pero, es que es tan irreal todo... 
- Llevo pensando lo mismo desde que llegué... pero, es nuestra nueva vida y hay que acostumbrarse.
- Supongo que si. 

viernes, 6 de julio de 2012

Capítulo 19.

SESIÓN DE CINE.

Minutos después me llamaron al móvil, era Dani. Me preguntó que si comíamos juntos; yo le respondí que por supuesto pero que no quería más sorpresas por ahora; el dije que me esperaba en la pizzería en un cuarto de hora.
Cuando llegué al lugar citado, me resultó extraño que estuviese cerrado todavía. Llamé a Dani para saber si ya había llegado, y me dijo que pasara, que el estaba dentro.
Así lo hice, y, para mi sorpresa, volvía a tenerme otro pequeño regalo.
-Dani, ¿qué es esto?- le pregunté al ver asombrada todo lo que había alrededor de mi.
Había un ordenador portátil encima de una de las mesas del establecimiento, con un proyector a su derecha y una sábana colgada de la pared; por no mencionar lo hermoso que estaba todo: adornado con mucho cuidado y dedicación; había escasa luminosidad y la poca que habitaba aquel lugar provenía de focos rodeados por cartulinas rojas para que propagasen luz de ese mismo color, lo que había dado el efecto propio.
- Nada, que creía que te apetecería ver una peli después de tu ajetreado día de trabajo- repuso con una sonrisa.
Sonreí una vez más. No sé como lo hacía, pero siempre salía con la suya.
- Eres increíble. Primero me traes a Aaron hasta aquí, ahora esto; me estás acostumbrando muy mal...- mientras decía esto, me acercaba hasta el para darle un suave beso.
- Habla la que no me deja en paz en todo el día, me estoy cansando de tenerte siempre en mi cabeza. En serio, cansas.- dijo haciendo una mueca de enfado.
- A ver nené...- no podía resistirme a ese chico más. Lo volví a besar casi de forma instintiva.
- Bueno, ¿vemos la peli?- preguntó mientras se sentaba en un butacón de color marrón.
- Claro, ¿cuál es?- dije mientras ocupaba el lugar libre que quedaba a su izquierda.
- Ya lo verás.
Cogió un bol de palomitas de encima de la mesa junto con unas botellas de Coca- Cola y le dio al play de su ordenador.
Comenzó una música que hizo que casi me resbalara la primera lágrima. Era Tres metros sobre el cielo, la versión española del libro de Federico Moccia, un escritor que me fascinaba.
No me podía creer que montara todo eso para mi. Durante varias horas estuvimos completamente inmersos en la historia de Babi y Hache.


- ¿Te ha gustado?- dijo mientras me limpiaba una de tantas lágrimas que corrían por mi cara como locas.
- ¿¡ Estás de broma!? Ha sido perfecto.
- Sabía que te iba a gustar. Estaba convencido. Y bien, ¿cual es tu punto de vista como posible periodista de críticas?
Me quedé asombrada.
- ¿Qué? ¿Cómo sabes tu eso?
- Me dijo Aaron que querías estudiar periodismo, cosa que no me llamó nada la atención.
- Valla...
- Entonces que, ¿tengo que esperar a verlo en un periódico para saber lo que opinas de la película?
Sonreía con esa broma.
- Bueno, me gusta mucho la mezcla de ambos mundos, la perfección de Babi y la realidad de Hache. También me encanta esa sensación que transmite, tanto los actores como los guionistas, te hacen sentir exactamente a tres metros sobre el cielo; te hace sentir envidia por esos chicos que son capaces de olvidar el resto del mundo para poder disfrutar de unos minutos solos. Parece que estás completamente dentro de la historia e imaginas que eres uno de los protagonistas y ese es uno de los grandes sueños de cualquier buen escritor que se precie. Por no hablar de la banda sonora, que es maravillosa, sobretodo la canción de Stop the clocks. Esta película te contagia esas ganas de querer perseguir a tu Hache hasta el fin del mundo, porque cuando puedas estar con él como está Babi, tendrás tu recompensa. Y el final, como no en todos los libros, no tiene porque ser bueno, hay muerte, dolor y desamor, como en la propia vida; por eso es tan buena, por mezclar elementos reales e imaginarios.
- Valla; serás una buena periodista. Me tienes que dar un autógrafo.
- No te pienso firmar nada sin hablar antes con mi abogado.
- Con que abogado eh guapita... ya te daré yo abogado...
 Se tiró sobre mi y empezó a hacerme cosquillas. Paró un instante para poner música. Ese tema lo reconocería en cualquier parte, Snow Patrol, Chasing cars.
En ese momento me di cuenta de que no tenía nada que envidiar a Babi, pues yo tenía conmigo a la versión mejorada de Hache.

martes, 3 de julio de 2012

Capítulo 18.

CONVERSACIONES.

Una vez llegué a casa, me conecté al Tuenti; desde que había llegado a Madrid lo tenía muy desatendido. La verdad es que nunca me habían gustado demasiado las redes sociales, prefería hablar por teléfono, pero ahora no estaba como para gastar demasiado, así que, no había más remedio que el MNS, el Tuenti y el Twitter para hablar con mis amigos gallegos.
Puse música en el reproductor, una canción de The Script, Breakeven. Una canción que solía escuchar mucho cuando estaba en Galicia. Siempre me habían gustando ese tipo de canciones un poco raras, de autores poco conocidos. Pero si algo solía gustarme era el rock, pero no el rock que le gusta a todo el mundo, cosas como Green Day o así, más bien baladas en inglés.
En Tuenti, tenía dos eventos, varios comentarios que me preguntaban como iba en Madrid, algún privado y varias peticiones de amistad. Tras haber respondido a todas esas personas que se preocupaban, miré en el chat haber si había conectado alguien... estaba Kike, Judith, Nines y Fran. El último fue el que me empezó a hablar.
Fran- Te quiero.
Yo- Fran...
Fran- Lo siento...
Yo- Liarte con otra no significa mucho.
Fran- Ya te lo han contado.
Yo- Si.
Fran- Quien a sido? Stela, no?
Yo- Eso da igual.
Fran- No, no da igual. Desde que te fuiste está todo muy raro, ya casi no me hablo con los demás, ahora suelo estar más con Vanessa y con estos.
Yo- Menudas compañías que te buscas.
Fran- Pues me han demostrado que les importo más que a Kike, Nines, Maite y estos.
Yo- Ya claro, ellos si te pasan porros.
Fran- Cállate, no sabes de lo que hablas.
Yo- Claro que no lo sé, porque el que creía que era mi amigo no me ha contado nada.
Fran- Pero para eso ya tienes a tu mejor amiga Stela para que te lo cuente, no?
Yo- Deja ya a Stel, esto es entre tu y yo. A los demás ni los menciones.
Fran- Claro, como son tus amiguitos...
Yo- Fran, cállate ya; no quiero hablar contigo.
Fran- Pues yo si contigo.
Yo- Mira, yo voy a tener la suficiente madurez que te falta a ti y voy a dejar este tema para hablar en persona.
Fran ni se molestó en contestar más. En ese momento, iba a cerrar Tuenti; hoy las redes sociales no me habían ayudado demasiado; pero en ese momento me habló Nines.
Nines- Hola preciosa! Que tal todo? Puedes poner la cam? Es que todos tenemos muchas ganas de verte.
A continuación había una solicitud para hablar por la cam; me peiné un poco y la acepté.
- ¡Hola Nines! Chicos, Dios, cuantas ganas tengo de veros...
Estaban todos con ella. Todos menos Fran.
- Hola, nosotros también de verte a ti.- dijo Antonio con una gran sonrisa. Echaba de menos que me animara en esos momentos cuando no había nadie; él era un gran amigo.
- Os echo de menos. Mucho.- no sabía cuanto tiempo podía aguantar las lágrimas.
- No llorarás, ¿verdad? Si sabemos eso no te ponemos más la cam... - dijo Javi con otro gran sonrisa y a continuación, hizo una mueca de enfado.
- Vale vale, no lloro.- dije con resignación.
- Estás muy guapa.- dijo Germán.
- ¡¿Qué dices?! Si estoy horrible...
- Claro...- dijo Raquel.
- Bueno, ¿y qué tal por Galicia?
- Bien pero... - dijo Maite, pero Stela la miró fulminándola.
- ¿Pero qué?- dije extrañada.  
- Nada, no le hagas caso...- dijo Raquel.
- Si algo si. Chicos, sabeis que me lo podeis decir...
- No, por cam no, y por teléfono tampoco, mejor el viernes, quedamos y te lo contamos todo- repuso Kike con una mirada de esas que solo te dedican esos amigos que realmente te quieren. Era una mirada de afecto, de cariño, de ternura, de amistad.
- Vale, yo también tengo que contaros...
-¿Es bueno o malo?- dijo Maite riendo.
- Supongo que bueno...- dije con cara pensativa.
Al otro lado de la cam, se escucharon grandes risotadas.
- Bueno chica, nos tenemos que ir, Kike tiene una competición. Te queremos.
- Chao, muchísima suerte Kike. Yo también os quiero.
- Esta actuación te la dedicaré ti.- repuso el aludido guiñándome un ojo.
- Que afortunada soy... muchas chicas pagarían millones por estar en mi lugar...
Todos reímos y, una vez más, me di cuenta de que, aquellos chicos eran la cosa más importante que la vida me había dado y, que al menos por ellos tenía que intentar estar bien en Madrid y aunque no lo consiguiera, siempre estaría más cerca de rozar lo que algunos llaman felicidad. 

sábado, 23 de junio de 2012

Capítulo 17.

ROMEOS Y JULIETAS. 


En una hora Aaron y yo ya nos habíamos puesto al día. A él le iba muy bien con Paola, y me alegraba mucho; él era una de las pocas personas que se merecían lo mejor del mundo.
Cuando llegamos a casa, mi madre nos preguntó donde habíamos estado y mi hermano se lo explicó todo, mientras tanto, yo charlaba de forma animada con Paola. Me dijo que sus amigos de Italia tenían muchas ganas de conocerme y que fuese en verano unas semanas; no le dí una respuesta segura, hasta verano faltaba mucho tiempo y tendría que ir algo a Galicia y no quería dejar a mis dos únicos amigos de Madrid solos tanto tiempo... igual les decía que se vinieran; al principio me pareció una mala idea, pero luego me agradó.
Llamaron a la puerta y fui a abrir, era Lola. Me preguntó si iba a dar una vuelta. Le pregunté a mi madre y me dijo que si; mientras tanto, Aaron, Paola y ella empezaron a hablar.
Salimos por la puerta de la casa número 13 cinco minutos después. Decidimos ir a nuestro lugar preferido, al sitio donde nos conocimos: a la pista de skate.
Cuando llegamos estaban los chicos de la otra vez. Nos sentamos en un banco, en el mismo que aquel día.
- Y bueno, ¿qué tal con tu Romeo?- preguntó con tono irónico.
- Genial...
Le conté todo lo que había sucedido por la mañana.
- Y mientras tanto, yo en clase toda aburrida... bueno, la verdad es que no he ido a clase....
- Ya me estás contando ahora mismo. -dije mientas le daba un pequeño codazo.
- Haber, es que es difícil de contar...
- Cuanto antes empieces, antes acabarás.
- Tienes razón... Bueno, ¿sabes el chico que estaba aquí el otro día? Los que estaban aquí, el que nos habló...
- Sí..
- Pues... bueno... hoy estuve todo el día con él; es un chico fantástico...
- Te gusta.
- No.
- Estás coladita por ese chico... pero dime cosas de él.
- Haber, se llama Jorge; y es majísimo. Cuando llegué al instituto, él estaba en la puerta, se me acercó y me pidió perdón por lo de ayer, y yo le dije que le había contestado así por que era nueva y no conocía a nadie; él me dijo que allí tenía a un amigo siempre que quisiese hablar y si quería que hablásemos durante la mañana y le dije que sí. De modo que no fui a clase, me quedé con él en un parque y hablamos todo el tiempo... Vero, este chico es diferente.
- Me alegro mucho por ti, Lola.- dije mientras nos abrazábamos.
- Hola Lola- dijo el que debía de ser el famoso Jorge.
- Hola Jorge. Mira esta es Vero...
- Hola- dije con una amplia sonrisa.
- Hola, siento mucho lo de ayer; es que tenía un día tonto...
- Tranquilo. Bueno chicos, yo me voy a casa que mi madre me estará esperando para comer... Chao- me levanté y le di un beso a cada uno, le dije a Lola que más tarde la llamaría y a Jorge que mañana lo vería en el instituto.
De camino a casa me llamo Stela y hablamos de lo de Fran; me dijo que se había liado con una el otro día y que no le hiciese caso, que ahora estaban todos contra él.
Para ser sinceros, me dolió mucho, pero me alivió aún más saber que ahora tenía una razón para alejarme de él, y esta vez, lo tenía claro, iría el viernes, pero no volvería a Madrid con los ojos hinchados de llorar y llorar, eso lo tenía claro.

sábado, 26 de mayo de 2012

Capítulo 16.

  INSTINTO.

Aaron y yo nos fuimos a dar un pequeño paseo. El paisaje era precioso.
- Y bien, ¿qué me tienes que contar?- dijo al cabo de un rato.
- ¿Yo? Nada, que me va todo muy bien por aquí...
- Eso ya lo veo; pero, ¿qué tal todo por aquí?- mientras dijo eso, me golpeó la sien con un dedo.
- Por aquí arriba deben andar de mudanzas... últimamente, no encuentro nada...
- Valla... has hablado con Fran...- no era una pregunta.
- Sí, bueno, más o menos, es raro... mucho, no quiero perderle, pero tampoco quiero que se piense que todo lo que me ha hecho no me importa.
- Te entiendo; pero creo que deberías darte cuenta de que en Madrid, tienes a otra persona que, por lo que he visto, te quiere; fíjate en sus ojos cuando te mira... es diferente a cualquier otra mirada que te halla soltado chico alguno... él te quiere; tenlo en cuenta.
- Lo sé, Dani es fantástico, pero Fran al principio también lo era... luego cambió y todo se hizo diferente.
- Dale una oportunidad.
- Lo intento, pero quiero a Fran. Un día me levanto pensando que quiero estar con Dani, y luego me acuerdo de todos los momentos con Fran y no puedo.
- Es difícil, pero no desperdicies esto- dijo mientras señalaba la gran inmensidad que era Madrid.- Haz una cosa, ¿vale? Yo hablo con Fran.
-No, tú no vas a hablar con él; te conozco, te enfadarás...- a Aaron no le caía demasiado bien Fran.
- Sí, voy a hablar con el.
- No, yo voy a Galicia el viernes y vuelvo el domingo; quiero recoger algunas cosas y arreglar otras.
- Voy contigo.
- No.
- Vero, voy a ir igual, te pongas como te pongas. Ese chico tiene que darse cuenta de que tu ya estás allí, si es tonto, no es tu problema.
-No es no.
- Y mi si es si. Ese no vale la pena. Sé que tienes que tomar tú esa decisión, pero, si te digo la verdad, en este caso, no voy a permitir que ese vuelva a hacerte daño, ya lo has pasado mal una vez, no va haber segunda.- era una de las veces en las que, ese hermano alocado, tonto e irresponsable sacaba ese instinto protector con su hermanita.
- Gracias- dije mientras me abrazaba a él.
- No hay que darlas. Sabes que te voy a ayudar igual.
 Me separé de él y volvía a contemplar el inmenso Madrid que tenía ante mis ojos. Esta vez, estoy aquí y no pienso marcharme, pensé.

viernes, 25 de mayo de 2012

Capítulo 15.

UNA VISITA ESPECIAL.

Estuvimos que aquel hermoso lugar durante varias horas hasta que Dani recibió un mensaje al móvil, y decidió que era el momento de darme otra sorpresa.
- Vero, tengo otra sorpresa para ti...- dijo mirando al suelo, una mirada que me asustó.
- ¿Qué has hecho?- dije completamente alarmada.
-Yo... nada, solo quería darte una sorpresa...
- Sorpresa...- dijo una voz que yo conocía tan bien proveniente de mis espaldas.
- ¡Aaron!- dije corriendo hacia mi hermano.
- Hola hermanita.
- ¿Pero, qué haces aquí? ¿Y Paola?
- Paola está en casa de Mauri, he ido antes por allí; y creo que lo que hago aquí es bastante obvio...
-No me lo puedo creer, estáis locos...
-Vamos, no disimules... te ha encantado.- dijo Aaron.
- Sí, me gusta la sorpresa pero...
- ¿Pero qué? No podemos disfrutar de un día juntos, ¿o qué?- mi hermano puso cara de enfado- Madrid te ha convertido en una aburrida...
- No le eches la culpa a Madrid, es ella, que le afecta la contaminación...
 Los tres nos empezamos a reír, era genial tener a mi hermano y a Dani juntos; sabía que se llevarían bien, eran iguales en todo. Quizás por eso me gustase Dani, porque yo como hermana de Aaron le doy consejos para que sea mejor, y en cierto modo, si se parecen tanto, es como si hubiese creado el chico perfecto en Dani, solo que esta vez, otro lo había creado para mi.
- Yo mejor os dejo solos, ¿vale? Conmigo ya estarás otro día.- dijo Dani. A continuación, me dio un beso en la mejilla, una palmada en la espalda a Aaron y se fue.
- Valla, me gusta este chico; parece simpático- dijo Aaron.
- Lo es...
- Te gusta, y mucho. Veo la forma en la que lo miras.
- Sí, me gusta mucho.
- Bueno hermanita, tenemos mucho de que hablar y ningún tiempo que perder.
 Y ahí comenzó lo que se dice, una de las mejores tardes con mi hermano.

domingo, 20 de mayo de 2012

Capítulo 14.


EL MANTEL A CUADROS.

Bajé a desayunar y luego subí las escaleras rápidamente para coger la mochila y volví a bajar con la misma rapidez. Durante todo el desayuno estuve pensando en la sopresa que me tenía preparada Dani.
Cuando bajé por segunda vez con la mochila sobre un hombro, Mauri me preguntó si no quería que me llevase al instituto, yo le dije que iría con Dani, el vecino. A mi madre le gustó mucho la idea.
Salí de casa. Dani me estaba esperando en la esquina, en cuanto me acerqué, dijo:
-¿Preparada?- dijo tendiéndome su mano.
- Preparadísima.- dije mientas la agarraba.
- Pues, vamos allá. Primero tenemos que ir a la tienda de Facu, a dejar las mochilas y a recoger unas cosas...
- ¿A recoger qué?
- Ya lo verás...
- Vamos, ¿¡no me vas a decir ni eso!?
- No.- dijo mientras sonreía.
 Durante el resto del trayecto a la tienda, no hablamos mucho, de vez en cuando, me miraba y me sonría, yo hacía lo mismo. Fuimos todo el tiempo agarrados de la mano.
Entramos en la tienda y dejamos las mochilas. Dani entró a dentro de la cocina y se puso a conversar con Facu; después de unos minutos salió con una pequeña mochila a la espalda.
- No me preguntes, no te diré nada.- me dio un beso en la mejilla y continuamos el trayecto.
Estuvimos caminando unos diez o quince minutos; el paisaje era precioso, y desde los ángulos de donde se proyectaba la luz de el Sol, aún más.
- Y bien, aquí estamos.- dijo después de haber subido una pequeña colina.
Desde aquel lugar, se veía todo Madrid.
- Oh, Dani, es precioso. El lugar más bonito en el que he estado en toda mi vida...
- Lo sé... es mi lugar favorito; deberías verlo por las noches, se ve todo Madrid iluminado; eso si es bonito...
Me quedé unos minutos admirando tal paraje; nada se comparaba a aquello. Mientras tanto, Dani puso un mantel en el suelo, y comenzó a sacar los contenidos de la mochila.
- ¿En serio? ¿Un picnic?- dije al verlo todo montado.
- Más o menos; ¿no decías que te gustaban los chicos chapados a la antigua? No hay nada más romántico ni  más antiguo que un picnic... Facu me ha dejado todas las cosas: el famoso mantel a cuadros, las copas, con cerveza, claro, no pretendo emborracharte; buena música, y, como no, helado de chocolate.
- Ah ya veo; has recurrido al helado de chocolate... muy típico...
- Perdona, pero es antiguo, ¿vale?- puso esa cara de niño pequeño que tanto me gustaba.
- Ay, mira que penita, que el nené se me ha enfadado; venga, no llores, no es para tanto; disculpa si te he ofendido...- mientras tanto, me acercaba a él y le di un beso.
- Bueno, te perdono; pero que no vuelva a pasar; si no, prometo no volver a entrar por tu ventana, no molestarte por las noches, no hacerte más picnics románticos con sorpresas....
- ¡Oh no! No podría vivir sin eso...
 Ambos comenzamos a reírnos en ese momento.
Nos sentamos sobre el mantel y Dani puso una canción "Turnig tables" de Adele. Ninguno de los dos sabíamos en aquel entonces que, ese repertorio de Adele sería tan importante para nosotros.

sábado, 19 de mayo de 2012

Capítulo 13.


UNA SORPRESA

Esa noche dormí muy bien; sentía que había hecho lo que debía. Cada vez lo tenía más claro, a sabiendas de que podía ser una tontería todo lo que pensaba, todo lo que hacía en ese momento, ¿pero qué importa? Estoy comenzando en un lugar nuevo, pues aquí hay una nueva Vero que actúa sin pensar. Me levanté de la cama sin pensar, abrí la ventana y vi que la de Dani estaba abierta, tal y como le había dicho la noche anterior. Salté a través de ella y entré en la habitación de Dani.
Lo miré, continuaba durmiendo. Era tan guapo y tan perfecto, incluso cuando dormía. En ese momento, sentí esa cosa que cuentan en las películas de amor, la sensación de no querer que nada cambie, de querer quedarte así para siempre... comencé a acercarme a él. Sin duda, era genial. Me acerqué aún más a él; tenía la idea de despertarlo, pero ahora dudaba, estaba tan bien dormidito... pero la tentación me pudo y empecé a saltar sobre su cama.
- Buenos días, ¿qué hace usted en mis aposentos?- preguntó mientras me daba un beso.
- Estaba muy aburrida en mi alcoba, así que pensé que una visita matutina sería agradable...
- Está en lo cierto, señorita, me alegra tenerla aquí, encima de mi medio desnuda...
- Señor, no estoy medio desnuda, se llama pijama, se utiliza para dormir; ¿y qué me dice de su camiseta? ¿La perdió por la noche en una de sus tantas batallas?- dije dándole un beso en su brazo.
 Los dos nos empezamos a reír. Me pasó la mano por la espalda y me apartó un poco de él para levantarse un poco, luego yo me abracé contra él. Me gustaría saber cómo era la imagen que dábamos en ese momento, vernos, pero estaba demasiado a gusto allí como para moverme.
- ¿Qué te parece si hoy no vamos a clase y damos una vuelta por ahí? Tú y yo, solos...
- Me parece bien, pero tengo que llamar a Lola y decirle que valla ella al instituto hoy sin pasar por casa.
- Vale; a todo esto, me cae bien esa chica.
- Sí, a mi también.
- Igual me estoy enamorando de ella y no me doy cuenta...- dijo con tono de burla.
- ¿Ah si? Yo creo que me pasa lo mismo, pero con el hombre que había en la tienda el otro día, el que nos vendió las pinturas...
Una vez más volvimos a reírnos.
- ¿Y qué vamos a hacer?- pregunté con interés.
- Primero quiero enseñarte un lugar precioso, te va a encantar; pero es una sorpresa...
- Vale; mejor me voy, que tendré que bajar a desayunar, nos vemos luego.
Le di un beso y bajé de la cama; salté de la cama y cerré la mía.
Abrí el gran armario, escogí rápidamente la ropa: unos simples vaqueros y una camiseta verde. Me puse unos tenis negros. Llamé a Lola y le expliqué la situación, se alegró bastante; dirigí una última mirada a la ventana y abrí la puerta de la habitación. Quizás Madrid sea bueno al fin y al cabo.

viernes, 18 de mayo de 2012

Capítulo 12.


VIAJAR SIN MOVERTE DE DONDE ESTÁS.

Nos quedamos un rato mirándonos sin articular palabra. Hasta que al final yo decidí empezar una conversación.
- Al final no me has contado nada sobre ti...
- De acuerdo... ¿qué quieres saber?
- Todo.
- Empecemos por el principio: mi infancia. Desde tiempos muy lejanos siempre fui el típico niño solitario sin amigos. Me gustaba quedarme en casa solo y desdichado...- dijo con aire cómico.
 Me reí, como siempre que estaba con él.
- Venga Dani, en serio...
- Es totalmente serio... ¿no te gusta mi narración?- tenía una cara de cordero degollado que me dio una pena inmensa; pero aún así me reí.
- Venga.. sigue.
- Bueno, no he cambiado desde que era pequeño... o al menos eso me dice siempre mi madre. Dice que soy igual de tonto... mi hermano dice que es porque me caí de la cuna; pero yo creo que intentaron asesinarme para heredar solo ellos la fortuna de mis adinerados padres...- hizo un gesto como de pensar.
 Me abalancé sobre él y le besé. Adoraba a Dani, era una de las mejores personas que había conocido jamás.
- ¿Sabes? Eres el chico perfecto.
- ¿Sabes lo genial que eres?
- No, pero si sé lo afortunada que soy por conocerte.- en ese momento, Dani me apartó de él; me miró directamente a los ojos y me apartó un mechón de pelo que caía por delante de mi cara.
- Sin duda, aquí el único afortunado soy yo. Te cuento mis tonterías, mis idioteces y aún así, dices que soy genial... no te entiendo.
- Nadie me entiende... debo tener algo mal en mi cabeza... nunca a funcionado como es debido.
 Sonreímos y a continuación, nos besamos de nuevo.

Pasaron unos minutos hasta que volvimos a Madrid. Antes no habíamos estado allí, sin saber ni cómo  ni porqué, viajamos al lugar donde solo existíamos nosotros dos.
- Será mejor que me valla a casa. Lola dijo que me llamaría por la noche.
- En tal caso, buenas noches, Vero.- me despidió con un sutil beso.
Después, me levanté del suelo y fui hacia la ventana.
- Hasta mañana.- de pronto, se me ocurrió una idea.- ¿Esta noche podrías dejar la ventana abierta?- dijo sonriendo con malicia.
- Vale... a saber que haces.
- ¿Yo? Nada, si soy muy buena.- salí por la ventana y entré en mi habitación.
Una vez en ella, cerré la ventana y miré a través de ella. No me podía terminar de creer que aquel chico que estaba me había hecho marcharme a aquel lugar tan hermoso al que nunca había ido, ni siquiera con Fran.
Me di la vuelta y me dirigí al ordenador, lo encendí y abrí mi correo. Escogí a uno de los contactos.

" Fran. Lo siento, pero no quiero que te hagas ilusiones con lo que pueda pasar durante el fin de semana, estoy completamente segura de que mi opinión no va a cambiar valla o no valla. Siento no poder decírtelo por teléfono, no creo que sea tan valiente para eso; pero al menos, te lo escribo, creo que eso es más valentía que la tuya.
Un beso.
 Vero"
 Lo envié y, en ese instante sonreí como nunca lo había hecho. Eso que dicen que si se cierra una puerta se abre una ventana nunca lo había visto tan claro, incluso con ironía.

martes, 15 de mayo de 2012

Capítulo 11.

CAMBIEMOS EL CUENTO.

Cuando la película terminó, comenzamos ha hablar: 
- ¿Te ha gustado?- preguntó Dani de pronto.
- Sí, ha estado muy bien... oye, quiero saber más cosas de ti...
- ¡¿Más cosas?! ¡Si sabes incluso más que yo!
- No, eso lo crees tú porque sabes cosas de mi, pero yo no soy como tú; necesito mi tiempo para conocer a una persona, y ahora no lo tengo.
-No será por lo de Fran, ¿no? Espero que no, porque veo que este tema te está afectando demasiado y, sinceramente, me molesta mucho.-mientras decía esto, me miró a los ojos; esta vez hablaba muy en serio.- Mira, te he dicho que si quieres estar con él, por mi genial; porque mientras tú seas feliz, a mi llega; lo que no quiero es que estés como hoy, porque no soporto verte así, quiero verte sonreír como hacías ayer; porque te recuerdo que nos conocimos hace dos días, dos míseros días en los que no sales de mi cabeza, dos míseros días y ya creo que me estoy enamorando de ti... no me lo creo. Esto no es solo difícil para ti, ¿sabes? Hace dos días todo era normal para mi y llegas tú y lo revolucionas todo... ¿Te das cuenta de que te odio? Pero más me odio a mi porque yo soy el que está siempre encima, el que no te saca de la cabeza ni un solo minuto, el que no es capaz de concentrarse en nada porque al lado de esa ventana estás tú. Antes nunca había sentido esto y ahora tengo la sensación de que te puedo perder, ¿cómo crees que me sienta? Pues no muy bien la verdad y ahora yo tengo que hacer de chico bueno, porque es lo mejor para ti; tengo que dejar mis sentimientos de lado para que seas feliz y ya me estoy cansando de ser siempre el bueno; quiero decirte que no quiero que te vallas con él; quiero que te quedes conmigo, porque los dos sabemos que es lo mejor y que ese imbécil ya te dejó escapar cuando tenía su oportunidad y ahora se acabó su turno; ahora me toca a mi disfrutar de ti, él tuvo su oportunidad y la desperdició, lo siento por él; siento que haya sido tan estúpido como para dejarte escapar, y ahora yo no pienso hacer lo mismo. Y ahora yo tendré que callarme esto, porque como ya he dicho antes, me toca ser el bueno y ser el bueno, significa ser el que pierde; y yo, no te quiero perder. Dicho esto, lo siento, siento agobiarte de esta forma; intenta olvidar todo lo que dije no son más que tonterías, estupidece...
No lo dejé terminar de hablar, le besé; no lo podía aguantar más. Ahora lo tenía claro: era él. Sí, en todo lo que decía Fran había una parte de razón; pero quería a Dani y no iba a dejar que Fran, una vez más, se saliese con la suya como había hecho siempre... 
Cuando terminó el beso, Dani volvió ha hablar.
- ¿Qué? Cada día te entiendo menos...- dijo riendo.
- Ya, yo tampoco me entiendo, ¿qué se le va hacer?- me acurruqué a su lado y se susurré al oído- Lo único que entiendo es que te quiero; y, por una vez, tu vas a ser el bueno, pero vamos a cambiar el cuento, ¿vale?; en este cuento, los buenos ganan. 


viernes, 11 de mayo de 2012

Capítulo 10.

UNA NOCHE ESPECIAL.
A los diez minutos bajé a cenar a la cocina. Mamá estaba sentada con Mauri en el sofá viendo la tele; parecían cómodos y no quise interrumpir; me limité a coger un yogur de fresa de la nevera, una cuchara del cajón y me senté en un taburete para comer. Acabé rápido por la cuenta que me tenía, quería ver a Dani; tenía ganas de hablar con él a para contarle lo de Fran... Ese era otro tema, Fran; no quería hablar con él otra vez porque me hacía daño, pero no se podían dejar las cosas así, en eso él tenía toda la razón.
Cuando me di cuenta, ya me había terminado el yogur; tiré el envase en la basura y la cuchara en el fregadero y subí las escaleras rápidamente. Llegué a mi habitación, cerré la puerta y miré tras la ventana. Dani estaba encima de la cama con un libro. Abrí la ventana de par en par y tiré una piedrecita que había en el alfeizar y la tiré contra el cristal; Dani se levantó y abrió la ventana, inclinándose hacia atrás a continuación para dejarme paso al interior de la habitación. Salté y entré. Dani me recibió con un enorme abrazo. Al cabo de un rato, me senté en su cama.
- ¿Qué pasa?- preguntó alarmado.
- ¿Qué? No pasa nada...- le contesté dubitativa.
- Vamos, te conozco mejor de lo que crees; no miras a nada fijamente, te pasa algo. -mientras decía esto, se sentaba a mi lado.
- Bueno... si que pasa algo; este fin de semana voy a ir a Galicia para hablar con Fran...
- ¿Y estás así por eso? Si crees que me molesta, te equivocas, me gusta la competencia...- dijo con su habitual tono de burla.
-Ya, pero igual a mi si que me molesta...
-¿Por qué?
- Porque luego lo voy a pasar mal...
- No puedes estar mal porque crees que lo estarás, ¿acaso no lo estás ahora? Tienes que solucionar muchas cosas con él, además, yo en dos días seguro que  he conseguido más que él en toda su vida contigo...
 Sonreí ante esa broma.
Apoyé mi cabeza sobre su hombro y él me dio un beso en el pelo.
- Tranquila, ¿vale? No va a ser nada; seguro que te entiende...
- Ojalá...
Pasamos así unos minutos cuando de pronto Dani dijo:
- Venga, ¿qué peli quieres ver? Romántica no.
- Mmmm... ¿qué tal "America Pie"?
- Sí, me parece perfecta.
Buscamos la película en el ordenador y la vimos; duró dos horas. Durante la película, nos reímos, y, durante unos minutos dejé de pensar en lo que pasaría en tan solo unos días; porque ese era el efecto que tenía Dani en mi, el de hacerme olvidar el resto del mundo y creer que solo existe él y yo.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Capítulo 9.


ENTRE NEUTRONES, PROTONES, ELECTRONES E IDEAS.

 Y, pronto se pasaron las horas y ya iban a dar las siete. Decidí irme a casa pronto porque tenía que ponerme al día con las asignaturas; muchas de las cosas que estaban dando a mi ni me sonaban.
- Dani, me tengo  que ir... tengo que empezar a estudiar algo...- dije liberándome de sus brazos.
- ¿Estudiar? Te ayudo yo...-dijo con una amable sonrisa.
- No, que contigo no me concentro...- él soltó una risotada y yo me levanté de la cama.
- ¿Qué, te pongo nerviosa?- preguntó en tono jocoso.
- La pregunta es, ¿te pongo nervioso yo a ti?- me tiré encima de él y, durante una fracción de segundo nuestros labios se juntaron.
- Sí, me pones nervioso, y no tengo ningún problema en admitirlo.- dijo mirándome directamente a los ojos.
- Pues yo, debe de ser un defecto de fábrica, no tengo esa facilidad de admitir las cosas. - esta vez, me levanté y salí por la ventana.
Dani miró por la ventana.
- ¿Vuelves por la noche o voy yo?- preguntó con esa hermosa sonrisa.
- Da igual... ¿vemos una peli?
- Por mi genial; vente tú, que no creo que mi madre me diga nada; estoy ayudando a la nueva y solitaria vecina, hasta igual me sube la paga...- dijo con tono de mofa.
 -Si te sube la paga, quiero comisiones. Hasta después.
Cerré la ventana sin esperar una posible respuesta y me dirigí hacia mi mesa de escritorio. Decidí empezar por lo más complicado, Física y Química sin duda.
Cogí el móvil y puse una canción de Ed Sheeran "Lego House".Abrí el libro por la página en la que iban en clase. Electrones, protones y neutrones.. puf. Esto iba a ser difícil; cogí unos folios e hice algún resumen.
Al final, pasadas unas dos horas, lo entendí bastante bien.
De pronto se abrió la puerta y apareció mi madre.
- Vero, cielo, ¿vas a cenar algo?
-Sí bajo ahora.
-¿Estás estudiando ya?- dijo acercándose a mi.
-Sí, empecé con Física que me parece muy complicado...
- Si te resulta muy difícil, te puedo buscar una academia o algo...
-No, déjame intentarlo, si va mal siempre puedo ir, ¿no?- dije con una sonrisa.
- En serio, te agradezco mucho que lo intentes.
- Mamá no sigas, ¿vale? Esto me gusta, es nuevo pero está bien. Ve a cenar, yo voy dentro de un rato, ¿vale?
- De acuerdo, pero no tardes.
- Sí, en menos de cinco minutos voy...
Mi madre salió por la puerta y yo empecé a ordenar todos los papeles y pensé que, igual, hasta merecía la pena estar a kilómetros de casa, porque, en Madrid, no tenía ni la mitad de problemas que allí.
Me tiré encima de la cama y me puse a pensar. Sí, estaba bien, siempre había visto a niñas que llegaban nuevas, pero nunca pensé que me tocaría a mi... pero, por otra parte, mi gran sueño fue siempre comenzar de cero y ahora era el momento.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Capítulo 8


QUIZÁS PUEDA FUNCIONAR…

Estaba mirando a la nada mientras esperaba a que ese correo se enviara. Pensando en sabe que cosas. En todo y en todos, no lo podía evitar por mucho que quisiera; era intentar no pensar en ellos y venían a mi mente;  mi mente no servía como caja fuerte, era demasiado vulnerable.  Pero, aún así no me arrepentía de haber hecho todo lo que hice.
Aunque aplazara aquello que tanto temía, llegaría el momento en el que lo tendría que hacer.
Yo era así, mi mente funcionaba de esa forma, con impulsos que provenían del fondo de mi corazón; siempre he pensado que las cosas realmente importantes no se piensan, se sienten, y yo, es este momento creía eso, aunque hiciese daño. Lo tenía que hacer.
Sin pensarlo dos veces, cogí el móvil de mi bolsillo. Busque en la agenda. Allí estaba. Un nombre que lo decía todo, que me hacía sentirlo todo en una milésima de segundo; amor, odio, amistad, cariño…. Todo conviviendo en ese nombre, pero no en paz. Había continuas guerras entre ellas. Y, nunca sabía quién ganaba esas batallas…
Le di a la tecla de llamar esperando que contestara.
-¿Si? ¿Vero?- sí, era él. Esa voz que tanto conocía.
-Hola Fran. Sí, soy yo- me temblaba la voz-Stela me dijo que te llamara…
-Sí, no quería que ellos me escucharan lo que tengo que decir….
-Respecto a eso… tenemos que hablar pero no por teléfono…
-Sí, estoy de acuerdo contigo…. Si me das tu dirección…
-No, dentro de unos  meses tengo que ir a Galicia… ya hablaremos…
-No puedo esperar unos meses. Necesito hablar contigo y es urgente… lo nuestro no puede acabar así…
Unas lágrimas cayeron por mis mejillas.
-¿Vero? Sé que hablar de esto te hace daño… a mí tampoco me gusta demasiado…
-Fran, lo nuestro acabó hace tiempo. No se va arreglar. Si no se arreglo en Galicia, en Madrid no va a cambiar.
-Es de locos, lo sé, pero… quizás podríamos estar juntos…- se notaba que esa conversación nos dolía a los dos en el fondo de todo nuestro ser- Desde que te fuiste no deje de pensar en ti, en todo lo que vivimos juntos. No se pueden olvidar todos esos besos…
-Yo no te pido que los olvides…
-Sí, al decirme que todo lo que pasó no se volverá a repetir… me hace mucho daño…
-Lo sé… siento que todo es mi culpa por no estar ahí. Sí estuviese ahí… habría una posibilidad…
-La hay de todas formas. Y, no fuiste tú la que lo jodió todo cuando podíamos estar juntos… Yo aún te quiero…
Las lágrimas salieron desbocadas de mis ojos a la velocidad de la luz.
-Fran, por favor, no nos hagamos más daño…
-Es la verdad. Te quiero como nunca he querido a nadie. No te lo puedo negar más…. A ti no puedo engañarte.
-Está bien… tenemos que vernos… iré este finde a Galicia…
-No, mi padre tiene que un vuelo a Madrid para el viernes… voy yo…
-Fran, es peligroso que te metas en el avión lleno de peces muertos…
-Bueno, si tengo hambre me hago un poco sushi…
Me reí de ese comentario… era el… la persona que quería…
-No sabes cuánto he echado de menos esos comentarios tuyos…
-Y yo tu voz…y tu risa…
-Vale, hasta el viernes.
-Hasta el viernes.
-Chao.
-Chao. Te quiero.
-Ya lo sé…
-¿Me quieres?- sabía que tarde o temprano lo preguntaría.
-Sabes que si… chao.
-Chao.
Ambos colgamos. Esa era la llamada más dolorosa de mi vida. Sí, le quería. Más de lo que él se creía. Pero, había un gran problema… Dani, sabía que con el tiempo lo quería a él más que a ningún chico del mundo…
Solté un largo suspiro… a Fran le quería pero, no podía olvidar todo lo que había sufrido por el, igual que no podía olvidar los buenos momentos… Dani era… genial, junto a él podría sentirlo todo, al igual que había hecho al principio con Fran… Fran, esas cuatro letras que a mi tanto me gustaban….
-Vero, Fran es el pasado, es Galicia y Dani es el presente…. Madrid- por mucho que quiera convencerme no puedo, yo quiero a Fran.
Dani es el presente  y Fran el pasado. Ya está. Hay que tomar una decisión. Dani. Sí, lo intentaré con él… quizás así olvide a Fran.
Fran me ha hecho llorar… vamos, Fran es un gran actor…
No sé cuánto tiempo estuve sopesando las dos opciones que tenía a mi alcance. Solo sabía lo conclusión final. Ese chico de pelo oscuro, alto y ojos color miel. Sí, era el… cuándo pensaba en que podría asomarse por la ventana en cualquier momento me latía el corazón a mil por hora… tenía razón cuando me decía que lo nuestro era especial, diferente a cualquier historia… solo se me ocurrían cuatro palabras: Amor A Primera Vista. Sí, era así.
Era impresionante mi modo de ver las cosas. Aunque soy muy positiva, en esos casos busco los defectos…
Miré el reloj de mi muñeca. Eran las cuatro. Tenía que hablar con él. Miré por la ventana y no estaba… pero la ventana tenía una nota perfectamente pegada hacia fuera.


Me estoy duchando. Entra si quieres. No tardaré mucho.  

Él como siempre tan previsible. Decidí entrar para darle una sorpresa.
Abrí mi ventana de par en par y di un salto para entrar en la otra habitación.
Ya estaba dentro cuando vi todo tapado con sábanas y mantas viejas.
Me senté en la cama. Sonreí yo sola por lo que le iba a decir…  no tenía ni idea… normalmente  improvisaba las cosas, de repente las decía sin pensar, muchas veces me arrepentía, otras me alegraba… yo, tan loca como siempre… Madrid no me cambiaría.
De pronto una puerta se abrió y recorrió toda la estancia un perfume delicioso… tal como el que había olido esta mañana…
Era él… me levanté de la cama rápida y silenciosamente.
Me escondí un poco detrás de la puerta que, de un momento a otro se abrió de par en par y volvió esa oleada de aquel olor tan magnífico.
-Hola- susurré mientras le pasaba mis brazos alrededor de su cuello y le daba un beso en un brazo desnudo.
Él se dio la vuelta y me besó sin decir nada…
El beso terminó y en sus ojos se podía ver la angustia de no saber si lo que acababa de hacer iba a ser correspondido. No dije nada, solo sonreí y le volví a besar.
En ese momento me di cuenta de que todo lo que me había dicho el día anterior era cierto… no lo conocía pero le quería…
El nuevo beso también cesó. Nos miramos el uno al otro un rato. Sin hablar, sin decir nada, solo mirándonos.
Nos sonreímos el uno al otro. Ese momento no necesitaba palabras para ser recordado.
Cuando estaba  cerca de él nada más existía; él era mi antídoto de Galicia; mi porción diaria de risa,  amor, magia, alegría y locura.
Me abracé a él, me aferré a su torso perfecto, a su olor mágico y a la locura.
Lo sentía respirar, sus latidos eran arrítmicos… justo como el mío es ese momento.
-¿Vas a llorar?- preguntó mientras me daba un beso en el pelo.
-No, aunque motivos no me faltan…- dije mientras me separaba de él y me sentaba en la cama.
-No me querías decir esto, ¿verdad?
-Te quería decir esto pero, no de esta forma… ahora mismo estoy hecha un lio… en mi cabeza no caben más cosas. Fran, mi ex, viene el viernes para hablar y, no sé qué decirle…
-Le quieres…
-Sí. Pero no puedo olvidar el daño que me hizo cuando estábamos juntos. Me puso los cuernos con una amiga mía; le dijo que lo habíamos dejado y estuvo saliendo con las dos a la vez durante casi tres meses… no se lo puedo perdonar.
-Oye, no tengo prisa. Tómate tu tiempo- dijo mientras se sentaba a mi lado en la cama.
-Lo sé, y precisamente por eso quiero estar contigo y no con él. Tú me entiendes, él no. Es muy buen amigo pero, nada más. Le quiero, no lo puedo negar; estaba muy enamorada de él y, eso no desaparece en cuestión de días… y no ayuda mucho que te mudes a un sitio en dónde no conoces a nadie y un chico, que no está nada mal, te diga a la tarde  de conoceros que le gustas…- dije de carrerilla mientras le dedicaba una sonrisa.
-Me he pasado con todo esto… pero, un día te despiertas y crees que va a ser un día aburrido como en los últimos meses; llegas al instituto y te encuentras con una chica guapísima que no te conoce y que pasa de ti. Desde entonces, desde que me dejaste solo, supe que eras especial y diferente a todos esos clones de Sonia que hay en el instituto. Tú no le sigues la corriente a nadie… eres tu propia corriente.
-Gracias por decir que soy rara…- dije mientras le sonreía.
-Rara no, especial…
-Especial…vale, como quieras…especial…
-Si te hace sentir mejor… yo también soy raro…- dijo mientras me guiñaba un ojo.
-Raro no, especial…
-Claro.
Nos reímos un rato de esa pequeña broma…
-Especial o rara, quiero estar aquí, contigo, no con Fran. Él solo se quiere a si mismo…
-Si es así, ¿por qué estuviste con él?
-No sé, supongo que estaba muy enamorada de él y no veía la realidad…
-Por eso no querías estar conmigo…
-Sí, por eso mismo. Contigo puede ser diferente que con él.
-Quizás. Tú piénsalo y ya está, sin prisas.
-Por eso he pensado en ti- mientras lo decía me tiraba encima de él, tumbándole en la cama.
-No sabía que eras campeona de lucha libre… si lo hubiese sabido nunca me liaría contigo.
-Demasiado tarde-susurré a su oído mientras le besaba.
Cuándo el beso terminó, me enderecé. Estaba encima de él, me tumbé a su lado y, esta vez fue él el que se abalanzó sobre mí.
-Raro o especial, te quiero y eso no lo va a cambiar nadie ni nada, sé que te acabo de conocer pero… estoy loco, lo sé pero…
Estaba claro que le costaba hablar de eso, aunque era el chico más sensible del mundo; así que le ayude un poco…
-Sé lo que estás sintiendo, yo estoy igual pero, ahora no pensemos; no quiero pensar, quiero estar contigo, está decidido. Cuando estoy contigo, se me olvida Galicia, se me olvida Fran, hasta se me olvida donde estoy…
En ese momento me dio uno de esos besos que solo él me sabía dar; por un momento pensé que todo era mentira, que no existía alguien tan perfecto como él, pero estaba ahí y esa era la única realidad…
El beso paró y Dani comenzó a hablar.
-¿Sabes? Dicen que lo que no mata hace más fuerte… cuando estoy deprimido pienso en eso, en que todo puede cambiar por una simple acción… es como nosotros, por un simple beso puedo saber si me quieres o no, y por una simple bofetada puedo saber si no me soportas- Dani rió con amargura- Cuando estaba con Sonia, la chica del instituto no era así, no era tan transparente como tú. Tenía que ir descifrando lo que creía o lo que sentía porque no era capaz de decírmelo… mírate a ti, eres perfectamente, ¿predecible? ; No, eso no pero con solo mirarte sé que me quieres… y eso que te conocí hace… -miro el reloj de la mesilla durante unos segundos- unas pocas horas… imagino que serás incapaz de mentir a tus amigos o a tus padres… 
-Cierto, no soy capaz de mentir... ni siquiera sé... siempre me pillan. Pero, ¿cómo es eso de que dices que soy predecible? - en cierta parte, me pareció mal que lo hubiese dicho...
-No es que seas predecible, es que simplemente sé lo que opinas o piensas con solo mirarte... no necesito nada más para conocerte, eres simple; pero no sientas mal por ello, es algo bueno.
-Sí, es genial.. -dije con tono irónico- Es genial que te digan lo poco interesante que eres.
-Yo no he dicho que fueras poco interesante.. si fuese así, ¿crees que estaría aquí contigo en lugar de estar escuchando música?- dijo con tono burlón.
Nuevas carcajadas inundaron la estancia entre algún que otro beso...

jueves, 23 de febrero de 2012

Capítulo 7


EN EL PEOR DE LOS CASOS… ES OTRO DÍA

No sé cuánto tiempo estuve sollozando hasta que me quedé dormida.
Solo tenía un vago recuerdo de la noche anterior: cuándo me asomé por la ventana vinieron todos los recuerdos de los que había querido escapar en la pista de patinaje; las caras de todos mis amigos, mi antigua casa… todo.
-Vero. Baja a desayunar-se escuchó a mi madre decir desde abajo.
 -Sí, voy.
Me levanté de la cama y busqué en mi armario.
Elegí un pantalón gris claro pitillo y una camiseta azul con dibujos en color rosa. Me puse unos de esos tenis anchos blancos.
No me apetecía preocuparme peinándome y me hice una coleta.
Bajé las escaleras y desayuné rápidamente.
El timbre sonó y fui a abrir.
-Hola. ¿Vamos?
-Sí…. Un minuto ayer se me olvidó guardar los libros en la mochila. Ven-dije tirando de ella.
-Hola- dijo mientras corríamos escaleras arriba.
-Hola Lola- dijo mi madre para mi sorpresa.
-¿Os conocéis?
-Sí, nos conocimos ayer en mi casa.
-Ah- continué tirando de ella.
-Bonita habitación- dijo al traspasar el umbral de mi habitación.
-Gracias.
-Bien; hoy toca Francés, Sociales…- fui metiendo cada libro en la mochila hasta terminar con las cinco clases que tenía hoy.
Mientras tanto Lola miraba la habitación.
-¿Vamos?- pregunte después de meter en móvil en el bolsillo del pantalón.
-Claro… ¿no avisas a Daniel?
Mire hacia su habitación desde la cama.
-Dani, estás ahí, lo sé. Te esperamos abajo… no te enfades por lo de ayer.
 Le dediqué otra mirada con cierta melancolía a la ventana que, hacía veinticuatro horas ni siquiera sabía que existía.
Me encaramé hacia la puerta de mi habitación con Lola detrás.
Bajamos las escaleras bastante rápido.
-Mamá, nos vamos- dije al pasar por su lado, dándole un apresurado beso en la mejilla- Chao Mauri.
-Adiós- dijo Lola.
-Chao chicas- dijo Mauri mientras se peleaba con la tostadora intentando preparar el desayuno.
-Adiós niñas- dijo mi madre devolviéndome el beso.
-Mauri, definitivamente, repeles la tecnología…- dije riéndome cuando pasaba por su lado dándole un pequeño golpecito en el brazo.
A continuación nos fuimos.
-Chicas, ¡llevo como media hora esperando!- para mi sorpresa era él y al verle fue lo más extraño que me pasó en toda mi vida. Sentí esas famosas mariposas en mi estómago. Era… inexplicable…
No fui capaz de articular palabra. Fue él el que habló.
-Tú eres Lola ¿no? Me dijo mi madre que te había visto ayer en tu casa…
-Sí, y tu Daniel…
-Dani.
-Vale, Dani.
Cuándo reaccioné estábamos a su lado.
Hoy lo veía con ojos diferentes. No era él o, quizás no era yo; pero, hoy sus palabras del día anterior tenían sentido porque, ¿cómo explicaba que sintiese eso por una persona que había conocido el día anterior?
-Hola-  me dijo con una sonrisa iluminándole su rostro de ángel.
-Hola.
Anduvimos hasta el instituto sin nada digno de mención. Lola y Dani habían hecho muy buenas migas y fueron charlando todo el camino y yo, pensando en esa cosa extraña que había en mi estómago que me hacía sentir la persona más especial del universo… sabía la palabra exacta pero de solo pensarlo me daba repelús… amor... un flechazo de esos que solo pasan en las pelis que solía ver mi padre (esas de vaqueros contra indios dónde el vaquero guapo se llevaba siempre la chica guapa) pero, en ese caso siempre hay un final feliz.
Pero yo, aunque soy muy soñadora, siempre me gusta volver a la tierra; y esa era la única verdad.
Durante años había creído solo en lo que veía, olía, tocaba y escuchaba. Hasta que con once años prematuramente me enamoré locamente del chico más guapo del mundo y es que, aunque en ese momento era el mejor amigo que tenía en Galicia y lo quería muchísimo, era uno de los chicos más guapos que había conocido hasta la fecha de hoy… contando a Fran y Dani, por supuesto.
Dani… él otra vez en mi cabeza y es que, era imposible quitármelo e la cabeza.
Cuando volví a la realidad ya estábamos en el instituto.
-A primera toca Francés- dijo Dani mientras Lola se dirigía a hablar con Gerónimo, el conserje delgaducho.
-Genial… se me da fatal- dije con un suspiro.
-Tranqui, luego toca Sociales- repuso con esa sonrisa de suficiencia.
Yo, por primera vez desde que lo conocía no pude sonreír.
La sonrisa de suficiencia también desapareció de su rostro dejando paso a la duda.
-¿Qué…?- comenzó a decir cuando vio algo extraño en mis ojos sinceros.
-Chicos. Buenas noticias. ¡Voy en vuestra clase!- Lola venía llena de entusiasmo.
-Genial- dije abrazándola bajo la mirada atenta de Dani.
Cuando Lola se dio la vuelta para ir a clase bajo las indicaciones de Dani, yo le hice un gesto moviendo la cabeza a ambos lados dando su pregunta de antes anulada.
Por el momento se calló. Teníamos que hablar pero primero yo tenía que pensar y mucho…
La clase de Francés y Sociales pasaron rápido mientras yo pensaba como solucionar las cosas de mi nueva vida…
No lo tenía muy claro pero, ¿por qué no?
Había mucho que perder pero más que ganar. No pude evitar que las mariposas de mi estómago se volviesen locas del entusiasmo.
Miré a Dani. Si que era guapo, muy guapo. Estaba hablando con Lola de de no sé qué de unos partidos de futbol con Lola mientras caminábamos hacia la biblioteca.
Cuando  me di cuenta estaba sonriendo ante esa posibilidad.
Podría ser…
Dani me miró y también me sonrió. Mis mariposas intestinales se volvieron más locas aún mientras yo le sonreía de nuevo.
La  sensación de estar enamorada me recordaba a cuándo de pequeña llegaba a casa del colegio empapada, me ponía la ropa seca y comía la comida caliente. Y no es que se pareciesen las situaciones, es solo que es esa sensación de paz y tranquilidad que solo tienes en casa. Otra sensación parecida es cuando en invierno te cae el chorro de agua caliente por encima. El chorro te abrasa pero, es tan reconfortante que da igual lo coloradas que tengas las piernas. Lo mismo con el amor, cuando le miras a escondidas y él te pilla te mira con esa sonrisa tan perfecta suya y te sientes invencible; pero, a la vez cuando te ignora porque sabe que le estás mirando te sientes la persona más patética del mundo y quieres que ese sentimiento desaparezca ya; igual que cuando te cansas del frío y quieres que llegue el verano para poder sentir el sol sobre tu piel. Lo malo de verdad es cuando todo desaparece y sientes otra vez ese mismo vacío en el interior; al principio valen los recuerdos de los buenos tiempos, pero luego pones los pies en la tierra y te das cuenta de todo lo que dejaste escapar sin apenas darte cuenta; eso es lo realmente duro del amor, darte cuenta de que estas sola.
Entramos en una gran aula de color azul claro. Las estanterías estaban de libros de todos los tamaños, aunque era una biblioteca  era impresionante.
Nos sentamos en una mesa cercana a una gran ventana.
Mientras Dani y Lola hablaban de ese partido tan interesante yo me levanté y busqué algunos libros que hacía tiempo que quería leer.
No los encontré todos, pero si algunos y otros muchos con  títulos muy interesantes.
Normalmente que gustaban las historias de amor o los de poesía, pero en ese momento necesitaba algo más fuerte; es que yo elegía los libros según mi estado de ánimo.
Me decidí por un libro que ya había leído hacía un tiempo, cuando vivía en Galicia. Era uno de los libros más bonitos que había leído jamás.  Perdona si te llamo amor de Federico Moccia. Era uno de mis escritores preferidos de novelas románticas y ese libro era maravilloso. Me senté en una mesa cercana a  donde estaban Lola y Dani, que seguían inmersos en su conversación. Fui a coger de mi mochila mi móvil y unos cascos para escuchar música mientras leía. Seleccioné en el reproductor  la canción de Leona Lewis Better in time, no había cosa que más me gustase cuando estaba en Galicia que sentarme en mi cama con la espalda apoyada en la pared, al lado de la ventana y ponerme a leer con los cascos puestos un día de lluvia; era lo mejor del mundo. Sí, mi casa era lo mejor el mundo… era…
Intenté quitarme esas ideas de la cabeza y abrí el libro. Comencé a leer.
Pero pronto me puse a pensar.
Lo bueno que tienen los libros es que te sumerges en su interior y es un poco difícil salir de ellos cuando realmente te gusta uno. A mí me encanta leer y sobretodo imaginarme que eso me está pasando a mí, que yo sea la protagonista; yo, solamente yo. La parte que no me gusta de los libros es pensar que mi vida puede ser uno y que todo pasa por algo y que todo está escrito; eso es lo peor que puedes llegar a creer jamás, que tu vida sea un libro. Pero en el fondo es así, unos libros más largos que otros, unos de amor, otros de miedo, otros de aventuras y lo más importante, todos tienen un final; unos bonitos, otros tristes y otros injustos. Sí, la vida es un libro y, quizás todos pertenezcan a la misma colección pues, todos estamos conectados por pequeños fragmentos sin apenas importancia ni sentido; amigos de amigos, primos en común, antepasados… Quién sabe lo que vamos a vivir, nadie, esa es la única y exclusiva respuesta a estas cuestiones sin sentido.
Comenzó la canción de Fran Perea  La Vida Al Revés.
Volvió a mí un recuerdo de cuando mi hermano vivía en casa, antes de irse a Italia.
Estábamos en mi habitación, sentados encima de mi cama contándonos nuestras cosas como siempre; sí,  mi era mi mejor amigo, se lo contaba todo y el, a mi; ese  fue el día en el que me contó que  había conocido a Paola en un foro de libros.
-No te lo vas a creer pero, he conocido a una chica italiana en un foro, la página de Canciones Para Paula…si, ya sé que es raro…e irónico.
-¿Qué…?- me había sorprendido mucho, y no lo podía ocultar.
-Sí, estoy loco. Pero Paola en diferente a todas las chicas que he conocido…
-Aarón se ha enamorado…
-Quizás…
-Conozco esa sonrisa…-dije con tono irónico (eso era lo que él me había dicho cuando le había contado lo de Fran)- ¿Cómo es?
-Perfecta. Es muy lista, muy guapa y muy graciosa…
-Me alegro por ti. No creía que te recuperaras de lo de Sara…
-Hasta hace tres meses…
-¿Tres? ¿Por qué no me lo habías dicho?
-No sé… no me lo creía hasta ayer. Ayer al ver que no se conectaba me di cuenta que la quería.
-Oh- apoyé  la cabeza en sus piernas.
-Te quiero.
-Y yo.

En ese instante me di cuenta que tenía las mejillas mojadas y los ojos húmedos. Sonreí, le echaba mucho de menos. Me limpié la cara con la manga de mi chaqueta.
-Vero, ¿estás bien?- me preguntó Dani quitándome un casco del oído.
-Sí- respondí con una sonrisa- es por mi hermano. Acaba de escuchar nuestra canción y me acordé de él… ¿Y Lola?- pregunté mirando a nuestro alrededor.
-Ha ido a la cafetería…
-Ah.
-¿Qué estabas pensando antes?
-¿Antes?
-Sí, en clase… tenías una cara muy rara…
-Mi madre dice que tengo una cara de pensar un tanto extraña…
-Sí, no miras a ningún sitio en concreto, un poco en todas partes y mucho a nada…. ¿Qué pensabas?
-En ti- no quería mentirle.
-¿En mi? No soy tan interesante…
-Créeme si lo eres…
-Vale, como quieras… dímelo.
-En ti, en mi…
-En nosotros…
-Exacto…
-Has pensado en todo…
-Sí, pero sigo pensando en lo mismo…
-Ah, vale- se había decepcionado.
-Sí… he pensado que…
-¡Hola chicos!- Lola acababa de entrar.
-Hablamos luego…-dijo Dani.
-Ok.
-¿Queréis?- preguntó Lola ofreciendo un bocadillo y una lata de Pepsi.
-No, gracias- dijimos ambos al unísono.
-Vamos yendo que va a tocar el timbre…
Me levanté y coloqué el libro en su sitio.
El resto del día fue aburrido. Y no hice otra cosa más que pensar en lo que le iba a decir a Dani… Llegué a la conclusión de que me dejaría llevar por lo que sintiera en ese momento.
Salimos del instituto y nos fuimos a casa.
-Chao- se despidió Lola- Te llamo luego- me dijo.
-No, pásate por casa…
-Ok, como quieras… ¿A las 6?
-Sí. Chao.
-Adiós- dijo Dani.
-Chao.
-Es una gran chica…me cae muy bien- dije cuando Lola estaba abriendo la puerta de su casa.
-Sí… ¿Te pasas luego por casa y seguimos hablando de lo de antes?- preguntó el, sabía que no tardaría mucho en decirlo.
-Claro…
-Si no quieres… tómate tu tiempo…
-Déjalo, ¿vale? Te he dicho que iré a tu casa a hablar, y ya está.
-Tienes razón…
-Ok, me paso después de comer… Chao- le di un apresurado beso en la mejilla y me fui corriendo.
-Chao- se escuchó a lo lejos entre una risilla.
Me di la vuelta y allí estaba él, perfecto como siempre. Sonreía más que nunca, y yo también. Esa tarde iba a ser muy especial para los dos.
Le sonreí a lo lejos y entré en casa.
-Hola- dije sonriente a mi madre-humm… lasaña… que rico. Voy arriba a dejar las cosas.
Subí las escaleras ante la mirada atenta de mamá. Tiré la mochila sobre la cama. Volví a bajar las escaleras.
-Vienes muy contenta… -dijo mi madre con una sonrisa.
-Sí, Lola y yo vamos en la misma clase…
-Y Dani también….
-Mamá, es un amigo…
-Vale… toma- dijo tendiéndome un plato con la mitad de un trozo de  lasaña de carne.
Me comí la lasaña en unos minutos mientras mamá y yo hablábamos de algunos de los profesores y alumnos.
-Me voy arriba…
-Vale.
Subí las escaleras rápidamente y fui al baño y me lavé los dientes. A continuación fui a mi habitación.
Todo estaba igual. Decidí poner música. Next to you de Chis Brown y Justin Bieber.
 Cogí mi ordenador y me tumbé encima de la cama. Había unos días que no miraba mi correo.
Abrí mi Hotmail. Había dos correos. Uno de Stela y otro de Aarón.
Abrí en de Stela primero. Leí atentamente el texto:

Hola Vero.
Bueno, este correo no es solo mío, es de todos. Solo queríamos preguntarte que tal todo y que tal el sitio… y si hay chicos guapos… esperamos que sí… J
Fran quiere decirte que se acuerda mucho de ti y que en cuanto puedas que le llames.
 Todos te mandan muchos besos.
Ahora hablo yo sola. Ya sé que no querrás llamar a Fran por todo lo vuestro pero… es lo mejor para los dos… te echa mucho de menos… y yo también… todos.
 Recuerda que nosotros no nos olvidaremos de ti ni de los buenos momentos que hemos pasado juntos.
TE QUEREMOS MUCHO.
Besos de todos.
Stela y los demás.


Casi me entraron ganas de llorar al ver ese correo. Podía verlos a todo sentados en nuestro banco en el parque dictando a Stela para que escribiera… las risas, los comentarios… los amigos que dejé atrás…
Dejé de recordar y comencé  a teclear.

Hola chicos.
Yo también os echo de menos y tampoco podré olvidaros a vosotros. Os quiero chicos.
 Lo de Fran, por descontado que lo llamaré… pero, aún es pronto… quizás dentro de unos días…
Sí, todo va bien y lo de los chicos… ya os contaré. El sitio es muy bonito y muy alegre pero nada que ver con nuestra Coru…
Me acuerdo mucho de todos y de todo…
Recordad que os quiero sobre todo.
Muchos besos.
Vuestra Vero.

No creía que sería tan duro… Le di a enviar.
 Acto seguido leí el de Aarón.

Hola Peke.
¿Qué tal todo por ahí?
Espero que bien. Te echo de menos, necesito hablar contigo y necesito verte… a lo mejor algún día te doy una sorpresa a ti y a mamá…
Por aquí todo bien. Bueno… la madre de Paola tuvo un accidente de coche el otro día pero no le pasó nada a nadie. Se empotró contra un árbol y destrozó el coche… nada que no se pueda arreglar…
Te quiero mucho.
Besos de su parte y míos.
Aarón.

Si quería llorar con el correo de los chicos, con este no iba a ser menos. Me puse a escribir rápidamente.



Hola hermanito.
Por aquí… todo bien, de momento. No está tan mal y comienza a gustarme de veras la gente de por aquí. Es muy amable y simpática.
Tenías que ver o feliz que es ahora, esa carita que tiene cuando está con Mauri, no tiene precio. No me arrepiento absolutamente en nada, aunque duela.
Que se recupere la madre de Paola.
Antes he leído un correo de Stela pero se lo decían los chicos, Fran quiere que le llame pero yo creo que todavía es muy pronto y que no podré hablar. ¿Tú qué crees? Creo que aún le quiero pero… decirlo solo haría más daño.
Besos a ti y a Paola.
Yo también te quiero.
Vero.

Escribir esto también había sido duro pero… sin pensar en nada más que en Galicia di a enviar.