viernes, 6 de julio de 2012

Capítulo 19.

SESIÓN DE CINE.

Minutos después me llamaron al móvil, era Dani. Me preguntó que si comíamos juntos; yo le respondí que por supuesto pero que no quería más sorpresas por ahora; el dije que me esperaba en la pizzería en un cuarto de hora.
Cuando llegué al lugar citado, me resultó extraño que estuviese cerrado todavía. Llamé a Dani para saber si ya había llegado, y me dijo que pasara, que el estaba dentro.
Así lo hice, y, para mi sorpresa, volvía a tenerme otro pequeño regalo.
-Dani, ¿qué es esto?- le pregunté al ver asombrada todo lo que había alrededor de mi.
Había un ordenador portátil encima de una de las mesas del establecimiento, con un proyector a su derecha y una sábana colgada de la pared; por no mencionar lo hermoso que estaba todo: adornado con mucho cuidado y dedicación; había escasa luminosidad y la poca que habitaba aquel lugar provenía de focos rodeados por cartulinas rojas para que propagasen luz de ese mismo color, lo que había dado el efecto propio.
- Nada, que creía que te apetecería ver una peli después de tu ajetreado día de trabajo- repuso con una sonrisa.
Sonreí una vez más. No sé como lo hacía, pero siempre salía con la suya.
- Eres increíble. Primero me traes a Aaron hasta aquí, ahora esto; me estás acostumbrando muy mal...- mientras decía esto, me acercaba hasta el para darle un suave beso.
- Habla la que no me deja en paz en todo el día, me estoy cansando de tenerte siempre en mi cabeza. En serio, cansas.- dijo haciendo una mueca de enfado.
- A ver nené...- no podía resistirme a ese chico más. Lo volví a besar casi de forma instintiva.
- Bueno, ¿vemos la peli?- preguntó mientras se sentaba en un butacón de color marrón.
- Claro, ¿cuál es?- dije mientras ocupaba el lugar libre que quedaba a su izquierda.
- Ya lo verás.
Cogió un bol de palomitas de encima de la mesa junto con unas botellas de Coca- Cola y le dio al play de su ordenador.
Comenzó una música que hizo que casi me resbalara la primera lágrima. Era Tres metros sobre el cielo, la versión española del libro de Federico Moccia, un escritor que me fascinaba.
No me podía creer que montara todo eso para mi. Durante varias horas estuvimos completamente inmersos en la historia de Babi y Hache.


- ¿Te ha gustado?- dijo mientras me limpiaba una de tantas lágrimas que corrían por mi cara como locas.
- ¿¡ Estás de broma!? Ha sido perfecto.
- Sabía que te iba a gustar. Estaba convencido. Y bien, ¿cual es tu punto de vista como posible periodista de críticas?
Me quedé asombrada.
- ¿Qué? ¿Cómo sabes tu eso?
- Me dijo Aaron que querías estudiar periodismo, cosa que no me llamó nada la atención.
- Valla...
- Entonces que, ¿tengo que esperar a verlo en un periódico para saber lo que opinas de la película?
Sonreía con esa broma.
- Bueno, me gusta mucho la mezcla de ambos mundos, la perfección de Babi y la realidad de Hache. También me encanta esa sensación que transmite, tanto los actores como los guionistas, te hacen sentir exactamente a tres metros sobre el cielo; te hace sentir envidia por esos chicos que son capaces de olvidar el resto del mundo para poder disfrutar de unos minutos solos. Parece que estás completamente dentro de la historia e imaginas que eres uno de los protagonistas y ese es uno de los grandes sueños de cualquier buen escritor que se precie. Por no hablar de la banda sonora, que es maravillosa, sobretodo la canción de Stop the clocks. Esta película te contagia esas ganas de querer perseguir a tu Hache hasta el fin del mundo, porque cuando puedas estar con él como está Babi, tendrás tu recompensa. Y el final, como no en todos los libros, no tiene porque ser bueno, hay muerte, dolor y desamor, como en la propia vida; por eso es tan buena, por mezclar elementos reales e imaginarios.
- Valla; serás una buena periodista. Me tienes que dar un autógrafo.
- No te pienso firmar nada sin hablar antes con mi abogado.
- Con que abogado eh guapita... ya te daré yo abogado...
 Se tiró sobre mi y empezó a hacerme cosquillas. Paró un instante para poner música. Ese tema lo reconocería en cualquier parte, Snow Patrol, Chasing cars.
En ese momento me di cuenta de que no tenía nada que envidiar a Babi, pues yo tenía conmigo a la versión mejorada de Hache.

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